Mi querido jefe (I)
No, no y no. ¿Por qué es lunes otra vez? Acaso no existe alguna aplicación en mi teléfono para detener el tiempo y quedarme siempre en domingo...
—Buenos días, señor Magaldi. Feliz día y feliz inicio de semana.
Él simplemente me pide los informes de la reunión de las tres.
—Buenos días, señor Magaldi. Feliz día y feliz inicio de semana.
Él simplemente me pide los informes de la reunión de las tres.
Hola, Paty N.
ResponderEliminarQué triste no ponerle un poquito de cariño al trabajo, se sea jefe o empleado o lo que sea. Claro que tendríamos que poder detener el reloj según qué horas y qué días. Pero los jefes suelen ser así: ni te escuchan. son sordos a las palabras amables. solo saben mandar. y las más de las veces, ni eso. Pues para que rime, un beso y enhorabuena.
Parece interesante la saga de relatos que se avecina!!!!!!!! Este quedó muy bueno. Saludos.
ResponderEliminarEn el corazón de los jefes también se despierta lunes, lo que pasa es que, jodidos de ellos (en general, con excepciones) se encargan de traspasar su malestar al resto del personal.
ResponderEliminarUna sonrisa en el momento adecuado haría de un lunes gris un lunes endomingado.
Seguiré con interés la saga, pues este quedó muy bueno (copio la expresión de Omar que también me ha gustado mucho).
Saludos Paty N
Lo lunes y los jefes, a ver en que queda el asunto, seguiré los capítulos. Un beso.
ResponderEliminar