Navidades blancas
Papá Noel es pederasta. Le escribía la carta y me contestaba que si quería los juguetes que tenía que chupársela. Lo odio. Siempre quise que quedara atascado en la chimenea y que se quemase cuando mi padre la encendiera, pero no pasaba nunca porque ese gordo sudoroso vivía en casa.
Un relato con fuerza de principio a fin. Y la frase inicial la atención del lector que busca el desarrollo del relato para ver que ocurre con ese Papá Noel, pero el final es tan inesperado que redondea el relato. Más que navidades blancas, son negras.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, Catalina.
Un abrazo.
Catalina, arrancas el relato rompiendo en mil pedazos un mito. Luego, desciendes a los infiernos. Pero en seguida asciendes con el brío de la cruda denuncia que lanzas: a los bienpensantes y los que prefieren no enterarse. A los que, a su cómoda manera, se lavan las manos.
ResponderEliminarMuy valiente, Catalina.
Saludos!
Un relato MUY BUENO. Tiene todo lo que necsita un micro. Su título nos invita a leer sobre una bellas navidades que se ponen feas con la primera frase, y al final: el padreverdadero!!!! Saludos.
ResponderEliminarHola, Catalina.
ResponderEliminarUn micro con dos cojones, mejor, con dos ovarios. Buenísimo. Un título que abre el apetito lector. Un nudo fabuloso y un cierre inesperado y epatante, negrísimo. Ese lastimoso tema, el de los abusos a menores bien agravado por tratarse de quien se trata: el progenitor del niño. Mi más muy mayor enhorabuena, un beso y feliz todo para ti siempre.
Se han volcado muchos relatos buenos con este tema en la página, pero es un gancho al mentón del lector, pues la víctima en su indefensión, lucha por terminar con el causante de su vejación. Impactante, Catalina. Saludos.
ResponderEliminarpero el tuyo es un gancho... (me he comido estas palabras no sé cómo)
EliminarSin eufemismos ni tapujos. Pederastia doméstica con chantaje de Papá Noel. Fuerte e intenso. Qué desprotegidos están muchos menores. Cada caso que sale a la luz es una mancha de podredrumbre moral.
ResponderEliminarFelicidades por esta denuncia, Catalina. Un beso.
Hablas claro y lo dices muy bien. Enhorabuena. Un beso.
ResponderEliminar¡Caramba, Catalina!. Un relato fuerte y honesto. Nos llevas en un suspiro de la risa que provoca imaginar a un Papá Noel chamuscado, al llanto por la situación descrita. Muy valiente. Enhorabuena.
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