Proceso creativo
"En cincuenta", esa era la consigna. Con pluma en mano imagina, escribe, lo hace sin cortapisas. Esbozando los personajes, creando sus historias, su vida y su muerte. Escucha al silencio, cierra los ojos. Cuando los abre, el mundo ha desaparecido y su vida depende de su habilidad con la espada.
Hola, José.
ResponderEliminarLa creación, donde los escritores jugamos a ser dioses (siempre menores), dando vida y muerte a nuestros sufridos personajes, pero hete aquí que cuando el escritor abre los ojos, de entre la placidez del silencio, tiene que luchar a capa y espada para salvar su vida como un Alatriste. Me gusta tu propuesta. Un abrazo.
Gracias Eduardo, un placer.
EliminarBuena lucha, amigo. Un beso.
ResponderEliminarMuchas gracias por leerme, Maite.
EliminarTu protagonista debe ser de una época en la que había una mezcolanza de escritores con vocación militar, y viceversa. Dos profesiones de riesgo, si no que se lo digan a D. Miguel...
ResponderEliminarSu intento de imaginar otras realidades le lleva al punto fatídico de ensoñar su propia muerte. ¡Triste destino!
Buen relato José.
Un saludo
Gracias Rafael, un gusto tenerte por aquí.
EliminarSiempre dicen que es más dañina una pluma afilada que una espada.
ResponderEliminarTe deseo un afortunado lance (con las dos...)
Saludos