Anuncios por palabras
Cumplía las condiciones para ese trabajo. No le importaba volar, ni los ambientes caldeados. Apartó el humo de sus ojos para poder seguir leyendo. Pero lo que más le gustaba era aquello de "fijo en plantilla". Por fin dejaría de ir de cuento en cuento fantástico resoplando como un dragón.
Ingeniosa la idea de partida de tu relato. Y la resolución también, claro. Prefiero no pensar demasiado en que puesto de trabajo puede ser ese. Yo lo veo como un posible portero para la antesala del infierno. De todas formas, no me gustaría encontrarme con ese ejemplar por ahí, revoloteando y echando fuego por las fauces. Me ha gustado, Javier. Un abrazo y suerte.
ResponderEliminarJesús, muchas gracias por tu comentario. A este dragón, cansado ya de vagar por tantos cuentos creo que le iría bien ese puesto de portero en la antesala del infierno, me gusta tu idea.
EliminarUn abrazo.
ondenados a pequeños papeles secundarios, anquilosado en personajes necesariamente malvados a causa de su apariencia, ha debido de ser una gran alegría que encontrase algo tan difícil hoy día como un trabajo fijo, aunque, pensándolo bien, quizá para él no lo haya sido tanto como para los mortales; al fin y al cabo, es un ser mágico. Además, cualquiera le tose. Sería un portero de discoteca de lo más eficaz.
ResponderEliminarActualizar los cuentos al mundo cotidiano es un recurso que nos deja algo perplejos y siempre suscita interés. Como en tu relato, que nunca falte la fantasía.
Un abrazo grande, Javier
Ángel,muchas gracias por tu comentario. Realmente este dragón ha tenido mucha suerte, encontrar un trabajo fijo hoy en día no es fácil. Ahora falta saber quién ocupará su puesto en los cuentos, los últimos dragones están ocupados en el rodaje de la última temporada de "Juego de Tronos".
EliminarUn abrazo enorme.
Estoy con Jesús en que esa empresa debe ser el mismísimo infierno. La cosa está que arde, y si no que se lo cuenten a tantos y tantos que andan columpiándose en el péndulo oscilante de los trabajos temporales. Pero las oportunidades están ahí para aquel que sepa aprovecharlas y condiciones a este personaje no le faltan.
ResponderEliminarUna idea muy original el enfoque del micro desde el punto de vista de un dragón deslocalizado, empleado temporal como personaje secundario de cuentos fantásticos y mileurista, supongo.
Todo un as en la manga te has sacado para dejar una jugada precisa y jugosa sobre la mesa. Los cuentos ya no son lo que eran. Son mucho mejores, pues la carga de crónica y crítica que haces de esta sociedad en la que vivimos, le da a tu relato un plus que lo convierte, sencillamente, en fantástico.
Un fuerte abrazo, Javier.
Manuel, muchas gracias por tu comentario. Pues si, este dragón se ha cansado de los trabajos precarios y mal pagados. Además en algunos cuentos lo contrataban por horas y luego si te he visto no me acuerdo, eso sí que era un infierno, Ahora por fin disfrutará de una nueva vida y que se anden con cuidado que le puede pegar fuego a la reforma laboral. Como verás, todo pura fantasía, seguiremos soñando.
EliminarUn abrazo enorme, Manuel.
Javier, son malos tiempos hasta para la fantasía. Ya no tienen el puesto de trabajo asegurado ni los personajes de los cuentos. Menos mal que ha encontrado un trabajo fijo, seguro que habrá sido en "Juego de Tronos".
ResponderEliminarUn relato fantástico, original y con crítica social. Me ha encantado.
¡Enhorabuena! Mucha suerte. Siempre nos quedará el "País de Nunca Jamás".
Besos muy muy apretados.
Pilar, muchísimas gracias por tu comentario. Fíjate que hasta los dragones de Juego de Tronos se les acabará el trabajo, ya solo les queda una temporada. La cosa está muy mal, este dragón que se ha cansado de vivir del cuento, ha encontrado al fin un trabajo fijo o eso le prometen, espero que no le engañen. Como bien dices siempre le quedará el "País de Nunca Jamás".
EliminarMuchos besos y muchas gracias de nuevo.
Javier, has sacado del mundo fantástico de los cuentos al dragón para traerlo a nuestra realidad cotidiana. Como un parado más, lee con atención el anuncio -me encanta el gesto de apartarse el humo de los ojos- que lo llevará al ansiado contrato fijo. Cumple con el perfil y está dispuesto a todo. La idea es muy original. Que se haya cansado de secuestrar princesas y de acabar vencido por apuestos príncipes, siempre de malvado secundario, es más que comprensible. Le deseo mucha suerte y un buen sueldo, a ver si se calma y podemos dormir tranquilos.
ResponderEliminarUn magnífico relato, ingenioso y con crítica social. Enhorabuena, amigo. Muchos besos.
Carmen, muchas gracias por tu comentario. Como ya he dicho este dragón se ha cansado de vivir del cuento, para eso ya están los políticos nuestros de cada día que lo hacen muy bien. A mí también me gusta esa imagen del dragón apartando el humo de sus ojos, como si fuese un fumador, espero que no le de por el tabaco si le engañan en su nuevo trabajo..
EliminarMuchos besos.
Hola, Javier.
ResponderEliminarTexto el tuyo que induce a la lectura habida cuenta del título que lo precede. Y qué "fantásticamente" vas en él hilvanando la peripecia. Sueltas miguitas que van poniendo a prueba nuestra inteligencia, que al fin se ve recompensada cuando descubrimos quién es el aspirante al trabajo con puesto fijo en plantilla. Todo tiene sentido y no nos has engañado. Y mueves nuestros sentimientos además: la sonrisa se hiela: fijo para hacer qué. Es natural que don Dragón, por San Jorge, se sienta cansado de tanto cuento, ficción, y quiera actuar en la realidad de las cosas. Un micro excelente, más completo que un abrigo largo, que merece mi muy más mayor enhorabuena acompañada de un abrazo fuerte, amigo.
Eduardo, muchas gracias por tu comentario, me dejas sin palabras.
EliminarEn muchas ocasiones, por lo menos a mi me pasa, vuestros comentarios completan un relato, hacen ver más allá. Uno escribe con la ilusión de que el lector entienda lo que has querido contar, lo interprete y saque sus conclusiones. Pero yo me llevo además la alegría de aprender y mejorar mis textos cuando leo comentarios como el tuyo o los de otros compañeros y compañeras de 50palabras. Gracias.
Un abrazo enorme, Eduardo.
Todo vale con tal de un trabajo fijo. ¡Qué bien lo has descrito en este "50"! No te han hecho falta más palabras. Todo lo demás sobra.
ResponderEliminarSaludos afectuosos, Javier.
María Jesús, muchas gracias por tu comentario. Espero que esta vez encuentre el trabajo apropiado este dragón.
EliminarUn abrazo, María Jesús.
Confieso haber interpretado el resoplido de tu dragón como el soplido de muchos humanos hartos de ir de cuento en cuento en busca de trabajo.
EliminarDisculpas mil, Javier.
María Jesús, no tienes que disculparte, tu interpretación es perfecta, mi dragón quiere hacer ver eso que ocurre en la realidad , que las personas van de trabajo en trabajo en condiciones precarias. De ahí la alegría cuando le ofrecen un puesto fijo en plantilla.
EliminarUn abrazo, María Jesús .
Javier, aunque con un poco de retraso, me apunto a las felicitaciones que te han hecho mis compañer@s.
ResponderEliminarNo confundir un dragón de los que echan humo por la boca con un pirómano. Algunos llevan dentro un bondadoso bombero agazapado...
Y es que las apariencias, sobre todo en quienes lucen una figura gigante, engañan. Y mucho. ¿O es que hay alguien que no se ha encontrado alguna vez con el típico dragón que ayuda a cruzar la calle a los ciegos y a los ancianos renqueantes?
Vale, reconozco que tengo una tarde banal y creo que se nota.
Saludos!
Carmelo, muchas gracias por tu comentario.
EliminarTienes toda la razón, el otro día vi yo un dragón como guía en un autobús del inserso, no están los tiempos para decir no a cualquier oferta.
un abrazo, Carmelo.
Cansado de ser ninguneado, quiere asumir el protagonismo en la tranquilidad de un trabajo a tiempo completo, ja, ja, ja. Irónicamente actual. Genial, Javier. Un abrazo.
ResponderEliminarSalvador, muchas gracias por tu comentario. Mi protagonista se ha cansado de vivir del cuento y como tu dices de ser ninguneado. Como bien dices es de plena actualidad encubierto en un mundo de fantasía.
EliminarUn abrazo, Salvador.
Tengo yo a los dragones e alta estima, aunque en algunos cuentos o películas no se portan muy bien, pero son una figura importante en algunas historias, como en esta. El pobre, de cuento en cuento, pasando por muchos trabajos temporales, ya iba siendo hora de tener un "contrato fijo". Hasta los dragones sufren de precariedad laboral por mucho que vivan en un mundo de fantasía.
ResponderEliminarUn beso, Javier.
Malu.
Malu, muchas gracias por tu comentario. tienes razón, hasta los dragones sufren la precariedad laboral.
EliminarBesos, Malu.
Esperemos que tu protagonista consiga ese puesto fijo, y que, sobre todo, las nuevas generaciones sigan creyendo en dragones. :) Felicidades por el micro, Javier. Un beso
ResponderEliminarMatrioska, muchas gracias por tu comentario. Seguro que encuentra ese puesto fijo, está hecho a su medida.
EliminarBesos, Matrioska.
El quiere ser feliz y a mi me gustaría que no desapareciera de los cuentos, navego entre dos aguas. Muy original. Un beso.
ResponderEliminarMaite, muchas gracias por tu comentario. Estoy seguro que no desaparecerán de los cuentos los dragones mientras todos creamos en la fantasía.
EliminarUn beso, Maite.
Hasta a los dragones les apetece la tranquilidad que supone tener un trabajo fijo. Aunque en los tiempos que corren, si el empresario que lo contrata no obtiene los beneficios esperados, igual echa al pobre dragón diciéndole que se le nota demasiado que está acostumbrado a vivir del cuento. Muy ingenioso y divertido tu micro, Javier. Le deseo lo mejor a ese dragón "fijo en plantilla". Un abrazo.
ResponderEliminarJuana, muchas gracias por tu comentario. Sí, mi dragón está cansado de vivir del cuento, pero te aseguro que como el empresario la tome con él, imagino que va haber fuego para todos.
EliminarUn abrazo, Juana.
Malos tiempos para la lírica y para la fantasía en general. Sin trabajo que la sustente, ni la imaginación más poderosa es capaz de convencer a un estómago desusado.
ResponderEliminarMe gustan los relatos que visten una historia con otra y, en este caso, el traje le sienta de maravilla al trasfondo crítico que nos has dejado.
Una idea muy original el dotar de fantasía a la cruda realidad. Me ha gustado mucho tu relato, Javier.
Un fuerte abrazo .
Antonio, muchísimas gracias por tu comentario, y me alegra que te haya gustado. Tienes toda la razón debajo de esta historia de cuento, fantasía y dragones está la realidad y un trasfondo a la orden del día. Espero que a mi dragón este trabajo le dure, aunque siempre le quedará la fantasía para seguir viviendo del cuento.
EliminarUn abrazo enorme, Antonio.
Veo a tu protagonista leyendo el periódico del domingo, tratando de no quemar el papel. Y siento su alegría al encontrar el anuncio cuyas condiciones pocos candidatos podrán llenar. ¡Y fijo en plantilla! Como están las cosas se va a necesitar ser dragón, o dinosaurio para presentarse a un trabajo y no tener cien candidatos que llegaron antes que tú.
ResponderEliminar¡Bravo, Javier! ¡La imaginación al poder!
Un abrazo.
Georges, muchas gracias por tu comentario. Tienes razón, con el panorama que hay habrá que ser dragón para sobrevivir o para poder vivir del cuento.
EliminarY siempre, la imaginación al poder.
Un abrazo enorme ,Georges.
¡Malos tiempos! Si hasta los personajes de los cuentos reclaman su contrato fijo... Este dragón lo ha conseguido, pero no ha tenido en cuenta que en casi todos los cuentos acaban muertos.
ResponderEliminarMuy buena la mezcla, Javier. Muchos besos.
Olga, muchas gracias por tu comentario. Mi dragón por eso, para no acabar muerto, quiere abandonar los cuentos.
EliminarBesos, Olga.
Entrecruzas dos ideas para componer el microcuento, por un lado, la del mundo del trabajo, tan venido a menos en los últimos tiempos, con todos esos problemas para encontrar un empleo que tiene la gente, unos porque son jóvenes, otros porque ya son viejos con poco más de cuarenta años, algunos más porque la tecnología ha acabado con lo que habían hecho durante años y tienen que reciclarse, y una gran mayoría porque cobran menos de mil euros, algo que hace más de una década se consideraba una cuasiexplotación.
ResponderEliminarEn esa tesitura está también el personaje de tu microcuento, sólo que él pertenece al mundo de la fantasía y, por lo que sabemos, no le ha ido muy bien hasta el momento; es más, en el instante en que aparece en la narración se encuentra leyendo los anuncios por palabras de algún medio de papel o digital –supongo que a ese mundo habrán llegado también las nuevas tecnologías-, y se ve que está bien preparado, que se ha curtido en mil historias anteriores, pero de lo que parece estar harto es de la precariedad, por lo que podemos suponer que ya es un tanto talludito y busca un empleo fijo y, ¡eureka!, parece haberlo encontrado.
Si le admiten, y es de esperar que sí, se acabará aquello de ir de la Ceca a la Meca soltando fuego por la boca, porque, además, en muchos de esos cuentos, seguro que ni le pagaban el plus de peligrosidad.
Así que, al fin un curro fijo, ese que tanto denostan los liberales de salón que viven –ellos y sus familiares- de las ubres del estado, pero que quieren que los demás sean emprendedores y se busquen la vida en cualquier lugar del ancho mundo. ¿Qué es eso de querer vivir en la tierra de uno y al lado de la familia?
Preciosa historia que contrapone las fantásticas historias infantiles con la cruda realidad de los adultos, y todo ello con una sutil crítica social. Enhorabuena, Javier. Un abrazo.
Enrique, muchas gracias por tu comentario. Como siempre completo y acertadísimo. Como bien dices he querido envolver dentro de los cuentos y la fantasía, una cruda realidad, la precariedad laboral. Lo difícil que es conseguir un trabajo en condiciones y que no sufras la explotación, que por desgracia hoy en día sufren sobre todo los jóvenes. Yo lo veo sobre todo en mis hijas, recién llegadas al mercado laboral, las condiciones que en ocasiones les solicitan son imposibles de cumplir. Pedir experiencia y juventud es algo incongruente. Y lo mismo ocurre con las personas de cierta edad, entonces son apartadas del mercado laboral por demasiado mayores, ¿una persona de 50 años, mayor? hoy muchos empresarios buscan esclavos, se creen con el derecho de pernada como si esto fuese la edad media. necesitaremos dragones para que con su fuego arrasen a estos señores feudales. Y lo dejo ya, que me enciendo y para eso está ya mi dragón que es el único con derecho a echar humo.
EliminarMuchas gracias de nuevo, Enrique.
Si te digo la verdad, una de las cosas que peor me supo de no poder ir a la quedada, a parte de ver a todos los compañeros de cincuenta palabras, es que podría haberte conocido en persona, espero que tengamos otra ocasión, será un placer inmenso.
Un abrazo enorme.
Hola Javier, tres palabras: ¡me ha encantado!!
ResponderEliminarSaludos.
Mirta, muchas gracias por tu comentario.
EliminarUn abrazo.