Cumpleaños feliz
Sopló las velas salpicando a la familia de merengue. Parecía más un bebé feliz que una abuela centenaria. Cuando mi padre, descorchando el champán, rompió la urna funeraria del abuelo, nadie se percató del infarto de la homenajeada. Andábamos todos muertos de risa, buscando por el suelo su dentadura postiza.
Hola, Macarena.
ResponderEliminarUn cumpleaños que dejó a la cumplidora detenida en los 100 años. No podía decirse que no estaba ya despachada. Conviertes una tragedia, un drama, en una hilarante comedia, y eso no es nada fácil. Mi enhorabuena pues, un beso y feliz todo para ti siempre.
100 años, se cuenta pronto, y además rodeada de felicidad... yo voto!
EliminarGracias Eduardo, un beso.
Un relato muy bien hurdido para dejarnos una escena rocambolesca, en la que la última pieza de la carambola, es la primera también, cerrando un bucle perfecto. El susto del sonido del corcho. la rotura de la urna, la aparición de su marido o todo junto, hace que vuelva a reunirse con él mientras la familia sigue riéndose de la caprichosa puntería del padre. Muy ingenioso.
ResponderEliminarMe ha gustado bastante, Macarena.
Un besote.
Pablo
Gracias por tu comentario, Pablo. Me alegra y me halaga que te haya gustado. Un beso.
EliminarMe ha gustado.
ResponderEliminar¿Humor negro? Sí, pero tiene tb. algo de blanco (al margen del merengue...), incluso de tierno, "agüeletes" por medio y tal. ¿Lo dejamos en gris? No, para nada el tuyo es un relato calificable de tal. Brilla con luz/humor propios. Rocambolesco, dice Pablo. Vendrán otras apreciaciones.
¿No pretenderás, Macarena, matarnos a tus lectores de la risa? ¡Ay!¡Perversa mujer!
Saludos!
Jajaa! Dejémoslo en negro clarito....
EliminarBrillante tu comentario, Carmelo, muchas gracias.
Un beso.
Me he reído, un poco de humor, sea el qué sea, viene muy bien. Un beso.
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