Goleada
Veintidós hombres en camiseta y calzón corto se agitan y corren. Desean la liga. Atravesar la red y encajar pelotas, su trofeo.
¡Toque de manos! El pito del arbitro enardece pasiones.
Vulpécula, sobre el diván verde manzana, corona sus medias negras de rejilla con una liga de encaje rojo. ¡Goleada!
¡Toque de manos! El pito del arbitro enardece pasiones.
Vulpécula, sobre el diván verde manzana, corona sus medias negras de rejilla con una liga de encaje rojo. ¡Goleada!
MªJesús, tu "goleada", la adornas con términos de un partido de fútbol, pero esconde para mí, un relato de fondo erótico, al leer tu último párrafo. Tu protagonista, Vulpécula (he acudido a Google y me ha chivado que es una pequeña constelación que también recibe el nombre "zorra") Entonces me ha entrado la duda si esos 22 hombres tal vez deseen más esa liga de encaje rojo. Con lo cual ese partido de fútbol se torna en algo más. Tal vez me he levantado hoy con una mente algo calenturienta, pido disculpas.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Un beso, MªJesús.
Gracias, Javier por tus palabras. Vulécula o Vulpeja (pequeña zorra) es el femenino del término latino, Vulpes (zorro).
EliminarCon mucha agudeza, has dado en el clavo, amigo.
Saludos afectuosos
Hola, María Jesús.
ResponderEliminarCoincido con Javier, el fútbol es un mero pretexto para elaborar un micro de marcados tintes eróticos. Vulpécula, la meretriz, va a ponerse las botas (no futboleras) con toda esa manada dispuesta a encajarle las pelotas. Son todos términos procaces: "se agitan y corren", "Atravesar la red", el pito enardecido, las manos sobonas. El caso es que a mí me gusta. Enhorabuena, un beso y feliz todo para ti siempre.
Pero que sabios son los cincuenteros. No dejan pasar ni una... bota.
EliminarMil gracias Eduardo.
Erótico y divertido, los has agitado y te ha quedado genial. Me has robado una buena risa. Un beso.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe alegra tu risa, Maite. Espero que te dure todo el partido.
EliminarUn besito virtual.
Mª Jesús, también yo estoy con Javier y Eduardo. Trazas un paralelismo entre la pasión futbolera y la pasión sexual con mucha dinámica de juego que dirían los entendidos del deporte. El balón se convierte en objeto genital como pelota, y Vulpécula (hallazgo de nombre para la vulva feliz) sobre el diván verde manzana (el campo) enseña la liga roja que es el triunfo del galán que perfore más veces la red y conquiste el placer de sus encantos.
ResponderEliminarDesde luego, el fútbol nos tiene el seso/sexo sorbido.
Un relato con mucho juego: calentito, jugoso y con un personaje excepcional.
Un beso, Mª Jesús.
¡Qué buen comentario y análisis Manuel! Te mereces ganar la liga.
ResponderEliminarSaludos virtuales en red.
También existe el fútbol femenino y mujeres aficionadas al balompié, desde luego, pero este deporte se ha considerado tradicionalmente de hombres. No digo que todos sean o seamos iguales, pero es cierto que muchas veces se achaca a los de este género el pensar solo en el balón y en el sexo. Algo de verdad hay en ello, cuando las palabras que definen a uno sirven también para el otro. Tú has hecho lo más difícil: demostrar con el lenguaje lo que de verdadero hay en un par de tópicos y que, al parecer, es bastante.
ResponderEliminarUn juego literario de dobles significados, ingenioso y elegante.
Un abrazo, María Jesús
¡Qué interesante metáfora entre el fútbol y el puterío varonil! Le va que ni al pelo. Me gusta.
ResponderEliminarUsando hábilmente palabras polisémicas y metafóricas nos vas contando un doble relato, que al llegar al último párrafo nos presenta a Vulpécula (a quien no tenía el gusto de conocer), revelándonos de qué liga se trata. Muy ingenioso, imaginativo e ilustrativo, Mª Jesús. Un beso.
ResponderEliminarQué acertado el paralelismo lingüístico entre el mundo del fútbol y la pasión sexual. Cuando aparece Vulpécula, todo cambia de sentido y hay que volver al principio. Todo encaja a la perfección.
ResponderEliminarUn relato ingenioso e impecable, María José. Felicidades y besos.
Seguro que a alguno le pilla fuera de juego, ja, ja, ja. Un texto con la metáfora como lanza lujuriosa. Genial, María Jesús. Un abrazo.
ResponderEliminarMe encantan los relatos en que el autor nos hace creer que habla de una cosa cuando en realidad el tema es otro, y tú lo has hecho magistralmente, María Jesús.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Saludos.
La verdad es que me reido bastante Maria Jesús, y la metáfora que has establecido es brillante. Me gustan mucho tus micros, siempre con algo diferente que te hace sorprender. Un fuerte abracito.
ResponderEliminarM. Jesús, parece ser que estos 22 hombres juegan en otra liga, donde el premio no es una copa.
ResponderEliminarHas escrito un relato erótico utilizando un símil deportivo. Muy original. Enhorabuena.
Besos apretados, amiga.
Muy buen relato, Mª Jesús. Ay, ese diván verde manzana! Que sugerente! Felicidades. Un abrazo.
ResponderEliminarEso sí que es jugar en otra liga, querida Mª Jesús y tú has sabido jugar con nosotros demostrándonos lo bien que sabes escribir un micro.
ResponderEliminarMe encanta esta goleada, enhorabuena.
Beso grande.
Malu.
Nos has hecho un buen regate y nos has metido un golazo por toda la escuadra. Toda una señora ocurrencia que te ha quedado de lo más "verde". ;-) Muy bueno, Mª Jesús. Un beso grande.
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