Juzgue usted
—¡No os quedéis sólo en lo que otros os digan! —exclamó apasionadamente la maestra—. ¡Contrastad ideas, tened siempre en cuenta lo que otros dijeron! ¡Pero juzgad siempre siguiendo vuestro criterio! ¿Hay algo más hermosamente humano que la libertad de pensamiento?
—¡Eh! —exclamó indignado uno de los preadolescentes—. ¡No nos adoctrines!
—¡Eh! —exclamó indignado uno de los preadolescentes—. ¡No nos adoctrines!
Esta maestra creo que lo último que hace es adoctrinar, al revés, enseña a los alumnos que hay que tener pensamiento propio y contrastar opiniones, en la diversidad está la mejor opción.
ResponderEliminarMe gusta tu título ya que parece que nos invites a responder una vez leído tu relato.
Me ha gustado.
Un abrazo.
Gracias por tus palabras, Javier. Me alegro de que te haya gustado.
EliminarUn abrazo para ti también.
Hola, Carmen.
ResponderEliminarPensar por uno mismo es sencillamente ser libre. Pensar es lo que nos hace humanos. Si el pensamiento se enfoca hacia lo mejor, individual y colectivamente, miel sobre hojuelas. Tu micro es una formidable invitación a pensar. Pienso luego existo, dijo Descartes. Y es verdad. Lo que otros dijeron, lo que otros digan hay que pasarlo por el rasero de la inteligencia propia. Es hermosísimo el intercambio de ideas. Las ideas no tienen por qué adoctrinar. Pero claro, que va a decir un preadolescente, sacando a relucir el gallito que lleva dentro lleva dentro. Un texto que invita a la reflexión. Me gusta tu propuesta. Un beso y feliz todo para ti siempre.
Muchas gracias por compartir tu forma de verlo, Eduardo. La palabra "adoctrinar" es una de las que más estaba escuchando/leyendo la semana que escribí el relato.
EliminarUn abrazo.
Carmen, nos dejas un relato para que juzguemos por nosotros mismos si la profesora está adoctrinando o no...
ResponderEliminarCreo que no hay nada mejor que educar en la libertad de pensamiento, ojalá en todas las culturas se educara así.
La reacción del preadolescente es de lo más normal en esa etapa de la vida...
Un relato para leer una y otra vez, enhorabuena.
Malu.
Muchas gracias, Malu. Me gusta tu forma de verlo.
EliminarUn saludo
Me uno a la defensa de la profesión docente, puesta en cuestionamiento por quienes no saben explicarse el mundo cuando no está de su parte. Enseñar es una noble tarea, que ayuda a ensanchar horizontes y a desarrollar el pensamiento crítico. Quizá es esto último lo que más temen quienes están asentados en el sistema y ven que se tambalea. El "palabro" pretende demonizar a una profesión siempre menospreciada por el poder y ahora bajo sospecha.
ResponderEliminarEl adolescente solo repite lo que oye decir fuera de las aulas. Aún no se ha parado a pensar.
Gracias, Carmen, por este micro. Me afecta profundamente. Besos.
Mil gracias por tu comentario, Carmen. Tu forma de verlo es la que más se acerca a la mía. Elegí "maestra" y no "profesora" pensando en la edad máxima del alumno y en qué puede motivar su intervención. Una intervención, que, por otra parte, también se da bastante en otros contextos de la vida adulta. Mi intención primera no era una crítica al cuestionamiento de la práctica docente pero estoy de acuerdo en lo que dices respecto a eso. Es lo que me gusta de compartir algún relato por aquí de vez en cuando, que cada quién aporta lo suyo.
Eliminar¡Un beso!
Qué complicado es educar a los jóvenes para que ejerciten su propio criterio. Esta sociedad es cada vez más dependiente de lo superficial y del pensamiento mediatizado. Buen micro, Carmen, felicidades. Un saludo.
ResponderEliminarGracias, Matrioska :)
EliminarEs la ley del péndulo...o nos pasamos o no llegamos en ésto de la educación...
ResponderEliminarInteresante debate, por cierto, lo del adoctrinamiento..¿quién adoctrina más, la escuela o los estereotipos sociales que hemos asumido, algunos con mucho entusiasmo?..Consumismo, individualismo, egoísmo, búsqueda de éxito, sea lo que sea eso...
En fín, me ha gustado tu manera de acercarte al asunto..
Un abrazo, Carmen
Muchas gracias, Rafael. Comparto la pregunta que planteas. Hay palabras como "adoctrinar", "demagogia", "populismo" y más ejemplos que campan a la ligera por debates y medios de comunicación pero con mucha falta de reflexión sobre qué significan realmente. En este caso se trata de un aula, pero creo que los contextos similares abundan.
EliminarUn abrazo
La profesora ha dado un buen consejo, pero no sé que ocurre con la sociedad, un buen relato que invita a la reflexión. Un beso.
ResponderEliminarMuchas gracias, Maite :)
EliminarUn relato que nos abre a un debate muy interesante. El control del pensamiento por parte de los poderes dominantes, alimenta sus mecanismos de control para perseguir a los librepensadores que tratan de inculcar las bases para un pensamiento divergente.El totalitarismo es un peligro que acecha en la sombra.
ResponderEliminarSaludos, Carmen.
Muchas gracias por compartir tu visión, Manuel :)
EliminarCarmen, comento tu interesante micro desde la perspectiva del adolescente, sin que esté - todo lo contrario - en contra de la profesora.
ResponderEliminarEl adolescente temprano debe hacer sus deberes. Los suyos. Eso le exige concentrarse en una dura tarea que es "destructiva". Si no destruye al niño que ha sido, si no rompe el cascarón que lo protegió, no dará el salto a la madurez. Claro, un salto no siempre es un gesto matizado,, sosegado, ponderado. Es un pequeño arrebato el salto y como tal un gesto rebelde, arriesgado.
El preadolescente en cuestión está contra todo. Normal. Antes de ir decantándose con lo que se salve de la quema y vaya armando su identidad (tarea dolorosa, bronca a veces, siempre difícil).
¿La libertad? ¿Y qué es eso para un niño? No lo puede entender bien hasta que se posicione, se conozca algo y entienda mínimamente las claves de cómo funciona el mundo.
¿La libertad de pensamiento? Más difícil todavía para él. Que acaso ni sabe pensar, se entiende que por su cuenta.
Me digo, ¿por qué su rechazo masivo de todo, de todo lo habido y por haber, incluso de sí mismo en cuanto el niño que ha sido/fue/todavía en cierto modo es, debería ser del todo extraño para los adultos?
En realidad, Carmen, el adolescente de tu 50 es un rebelde y la revolución no es el mejor escenario para los matices y disquisiciones (esto sí, esto no). Me da la impresión de que él no está contra la libertad, sino contra los mensajes de los adultos, representados en ese momento por la profe. Su no absoluto (desmesurado) precederá a los sí matizados que él vaya estableciendo, poco a poco, gracias a esa libertad de pensar por su cuentas contra la que, paradójicamente, clamó. Pero que con ello se reafirmó en público en el aula. ¡Bravo, chaval!
Saludos!
Gracias por compartir tu forma de verlo, Carmelo. :)
EliminarTanto la maestra como el alumno están en su papel. Ella, educando en el pensamiento crítico; él, mostrando su rebeldía de una forma impetuosa e irreflexiva. Seguro que con el tiempo acercarán posturas. Un tema muy interesante y tratado muy didácticamente en tu micro, Balibrea. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Igarreta. A veces es simplemente lo que comentas, "estar en el papel". Saludos :)
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