La depresión es una cárcel
Él se encierra y no deja que nadie lo vea. Se siente solo y a la vez acompañado, en la prisión donde pasa las horas: Internet. Así es como se desvanece y aparece, a través de los "me gusta" que son reflejo de nuestra sociedad virtual, enferma y pasota.
Like!
Like!
Una realidad, son prisioneros de esos like. Acaban creyéndose en una realidad imaginaria. Un beso.
ResponderEliminarImbuidos en la red, parecemos a veces necios con orejeras. En la red se puede volar y también, caer preso, como nos advierte tu relato, de la dependencia virtual. Cada tiempo tiene sus enfermedades propias, sus vicios y sus virtudes. Aunque a este, tan aprisa que va, cuesta verle estas últimas. Para cuando las detectas, otras ya están en su lugar. Qué vértigo.
ResponderEliminarSaludos, Esther.
A veces es refugio más que prisión. Todo depende del uso que le des a los barrotes
ResponderEliminarPero si, hay mucho "likeinómano" en búsqueda diaria de su dosis.
Un micro que nos lleva por la realidad virtual y real de nuestros tiempos.
Un saludo.
Internet, nos aprisiona y se convierte en compañía. Has puesto un símil muy adecuado, y se te ha entendido todo.
ResponderEliminarSuerte, y un besito virtual, Esther
Hola, Esther.
ResponderEliminarCuando uno trota para viejo es inevitable comparar tiempos pasados con el presente. No hay color. Ganan, en general, los tiempos de antaño, con menos comodidades pero con muchísima más humanidad. Vivimos en la época de la apatía y la indiferencia. De lo fácil. Cincuenta palabras es la excepción que confirma la regla. Buen texto. Un beso y feliz todo para ti siempre.
Gracias Maite, Manuel, Maria, Maria Jesús y Eduardo por vuestras palabras y reflexiones.
ResponderEliminarComo todo, Internet puede ser una útil herramienta, la cuestión es saber como usarla sin dejarte llevar a vivir una vida únicamente virtual.
Un abrazo!
La enajenación virtual, es algo que la sociedad actual vive, aún más en los jóvenes.
ResponderEliminarNo hay duda que los tiempo han cambiado y la soledad puede ser causada por la realidad... Sí, la realidad virtual.
La realidad virtual se ha convertido en adicción, refugio de soledades o escaparate de la intimidad. Vivimos nuevos tiempos con nuevas costumbres, con falta de mesura y de sentido común.
ResponderEliminarUn beso, Esther.
Un tema muy actual. Consecuencias imprevistas de una realidad virtual que solo el paso del tiempo nos dirá hasta donde llega la falta de criterio de algunos y las ganas de negocio de otros. Un abrazo, Esther.
ResponderEliminarQuisiera equivocarme pero, según va la realidad de hoy, las clínicas de desintoxicación futuras van a atender más enfermos dependientes de la tecnología mal utilizada que enfermos drogodependientes al uso...
ResponderEliminarMás que actual micro...
Un saludo, Esther.
LIKE grandote para tu micro. ;)
ResponderEliminarUna gran cárcel si no se sabe usar.
ResponderEliminarEnhorabuena, Esther.
Malu.