Sin salida
Su consciencia despertó del sueño en el que estaba sumida y pudo así salvarla de aquella pesadilla. Se dirigió al espejo y notó cómo los dientes se tambaleaban en su boca. ¿Seguía soñando? Volvió a abrir los ojos y entonces se percató: estaba atrapada en su primer viaje astral. Sonrió.
Uy... viajes astrales... me parece muy interesante el tema, aunque le tenga cierto respeto.
ResponderEliminarTu protagonista está encerrada en aquel viaje astral y no es capaz de volver a la realidad, ¿por qué?
Una buena propuesta que nos deja cavilando e intentando encontrar respuestas.
Malu.
En teoría puede salir cuando quiera, de todas formas, por el momento no parece que sea su intención. Tampoco sabemos si sabe cómo salir ;)
EliminarHola, Calcetín Rayado.
ResponderEliminarLos viajes astrales son cosa seria. Dónde se saca el billete. A ver si tu protagonista pasó de la pesadilla en el sueño a colarse en un agujero negro, esos que absorben la materia y ya no la expulsan. Buen texto. Beso o abrazo, según corresponda.
Nunca se sabe. Sonrió porque, en cierta manera, lo buscaba. ¡Muchas gracias por tu comentario!
EliminarLos viajes astrales deben ser algo parecido a lo que comenta Eduardo. El espíritu abandona la materia corporal y se va a hacer de las suyas. En este caso la conciencia le ha recuperado de una mala pasada. Es lo que a veces trae aparejado salir de casa.
ResponderEliminarInteresante propuesta, Calcetín Rayado. Saludos.
Me ha encantado cómo has descrito el viaje astral. Gracias por tu comentario.
EliminarParece que lo importante para ella es haber conseguido hacer el viaje, dominarlo ya es otro cantar. De todos modos, supongo que el famoso hilo de plata logrará traerla de vuelta. :) Felicidades, Calcetín Rayado. Un saludo.
ResponderEliminarA veces llegar a coger el camino que querías ya es un primer paso muy importante. Gracias :)
EliminarA pesar de que los dientes se le tambalean parece que está bien. Ahora quiero saber que le sucede por ese viaje astral. Muy original. Un beso.
ResponderEliminarEsa pesadilla ya terminó, ahora lo que venga ya queda en sus manos. Y en las vuestras (imaginación). Gracias, un abrazo.
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