Te odio, has salido de mi vida sin aviso, acabas de huir y no me vale que digas que ya no me amas. Me asomé y te vi con él, vuelves el rostro, me miras y te ríes. Ahora sé que solo fui un paso en tu ruta del pecado.
Hola, Jesús. Qué bonito eso de la ruta del pecado, y bien elocuente. Un amor traicionado que da lugar al odio de la víctima, por decirlo así. El que traiciona se la pega con un varón. Quien ha sido traicionado puede ser mujer u otro varón. En cualquier caso, mejor que odiar tratar de buscarse un nuevo amor nada traicionero. Buen texto. Un abrazote.
Pues está clarisimo que no le convenía para nada. Lo mismo le ha hecho un favor yéndose con otra persona (no entro en el sexo de ninguno de ellos) Bien narrado. Saludos.
Hola, Jesús.
ResponderEliminarQué bonito eso de la ruta del pecado, y bien elocuente. Un amor traicionado que da lugar al odio de la víctima, por decirlo así. El que traiciona se la pega con un varón. Quien ha sido traicionado puede ser mujer u otro varón. En cualquier caso, mejor que odiar tratar de buscarse un nuevo amor nada traicionero. Buen texto. Un abrazote.
Pienso lo mismo que Eduardo. A por otro amor. Un beso.
ResponderEliminarAsumir que ese amor no mereció la pena y transformar el odio en olvido es la opción más sensata. Ya vendrá un nuevo amor.
ResponderEliminarAbrazos, Jesús.
Pues está clarisimo que no le convenía para nada.
ResponderEliminarLo mismo le ha hecho un favor yéndose con otra persona (no entro en el sexo de ninguno de ellos)
Bien narrado. Saludos.