Amelia
Cuando vio el mundo desde el cielo supo que había nacido para volar. Siempre quiso llegar un poco más lejos que los demás. Abrió sus alas sobre el Pacífico dejando una estela de misterio.
Naufragó, entre las olas y el silencio, soñando con nubes de espuma y pájaros de viento.
Naufragó, entre las olas y el silencio, soñando con nubes de espuma y pájaros de viento.
Precioso Pilar, describes con tanta ternura el vuelo de Amelia y su desgracia. Me ha llegado al corazón, donde el sueño de volar siempre ha estado en mí. Un abrazo muy fuerte Pilar.
ResponderEliminarCarmen, he intentado describir sus ganas de volar y de demostrar que su condición de mujer no le impedía hacerlo y ese espíritu de superación que la hacía emprender arriesgadas gestas, como la de atravesar el Pacífico en la que desapareció.
EliminarPor lo que veo tus sueños coinciden con los de Amelia, nunca es tarde para volar.
Muchas gracias, por tus bellas palabras para mi micro.
Besos apretados.
Un micro muy poético Pilar. Siempre das un toque "diferente" a tus escritos. Enhorabuena !!!
ResponderEliminarMª Luisa, cuanto agradezco tus bonitas palabras para mi micro y mi forma de escribir.
EliminarMuchísimas gracias por pasar y dejarme tu comentario.
Besos apretados.
Pilar, tu relato está lleno de poesía y emociona. Describes con tus palabras de una forma tan bella la vida de la aventurera Amelia Earhart, y nos introduces en el misterio de su desaparición. Además ahora que ha sido noticia hace poco por unos restos encontrados en una isla del Pacífico. Y lo haces con mucho sentimiento, como cuando escribes "dejando una estela de misterio". Y la inmensa belleza de tu última frase es genial, emociona al leerla.
ResponderEliminarUn relato excelente, muy bueno con nos hace desear que tus letras nos acompañen siempre.
Te deseo lo mejor para este excelente relato, lo mereces.
Muchos besos, Pilar.
Javier, me has emocionado con tus palabras para mi micro. Una mujer tan excepcional como Amelia Earhart merecía un 50palabras. Es mi pequeño homenaje para una mujer que rompió su techo de cristal y voló muy alto, ahora que ha quedado demostrado que los restos encontrados en la isla Nikumaroro (o isla Gardner) en 1940, pertenecen a Amelia. El "Electra" no se estrelló y se hundió en el mar, si no que aterrizó forzosamente en la isla, donde Amelia y el piloto que la acompañaba vivieron como náufragos hasta que murieron.
EliminarCon esto ha quedado desvelado el misterio de su desaparición.
Mil gracias por todo lo que me dices y por tu apoyo incondicional a mis letras. Sin ti, no sería lo mismo,
Besos muy muy apretados, Javier,
Qué preciosidad de relato Pilar. Amelia Earhart fue una piloto estadounidense, la primera mujer que cruzó sola el Átlántico y que acabó desapareciendo en aguas del Pacífico en un intento de dar la vuelta al mundo. Narras su amor por el vuelo y su misteriosa desaparición con una prosa lírica bellísima, que apreciamos tus lectores.
ResponderEliminarEnhorabuena por el tema elegido y por el tratamiento poético del mismo. Mil besos, amiga.
Carmen, si he conseguido que sientas la emoción con la que lo he escrito, ya me siento feliz. Lo que importa es que a los que lo lean les guste, todo lo demás pierde valor ante eso.
EliminarMil gracias por tu precioso comentario para mi micro. Amelia, se merece este pequeño reconocimiento por su lucha en favor de las mujeres. Es todo un ejemplo a seguir. Ahora que parece que han identificado sus restos, me pareció un buen momento para recordar su historia.
Besos muy muy apretados, amiga.
Qué preciosidad de relato, Pilar.*
ResponderEliminarAntoine de Saint Exupery, autor de "El Principito", y Amelia Earhart fueros almas libres que desaparecieron haciendo lo que más amaban. Amelia, además, con el inconveniente añadido de su condición femenina, por la que seguro que tuvo que superar más inconvenientes de los habituales para llegar a hacer lo que hizo, que no fue poco. Su calidad humana y su tesón bien merecen el homenaje de tus hermosas palabras.
ResponderEliminarUn abrazo, Pilar
Ángel, muchísimas gracias por tu comentario, has captado perfectamente la esencia de mi micro y los motivos por los que Amelia se merece este pequeño homenaje.
EliminarBesos muy apretados, amigo.
Hola, Pilar, maestra , poeta, amiga.
ResponderEliminarSobre el homenaje, que Ángel, con su sempiterna agudeza, ha puesto de manifiesto, digo que el texto es preciosísimo. Un lenguaje de clara inclinación poética con expresiones más que afortunadas. Y el micro tiene sustancia, vaya si la tiene: las ansias de superación, que, bien canalizadas y no en exclusivo beneficio propio, son lo más grande que un ser humano pueda tener. Y si ese ser humano es mujer y tuvo trabas para la realización de su sueño, y ese sueño fue volar, la cosa se torna aún más meritoria. Un texto al que otorgo mi más muy mayor enhorabuena. En compañía de un beso muy entrañable y muy poético. Poesía cada día, que no nos falte nunca.
Eduardo, he intentado contar su historia de la mejor manera que sé, con metáforas que nos muestren su grandeza.
EliminarNo sabes lo mucho que agradezco siempre tus bellos comentarios.
Besos muy apretados, llenos de poesía, amigo.
Pueden la belleza y la reivindicación darse la mano. El engarce preciosista de tu prosa reivindica con corona de laurel y espumas la memoria de Amelia, mujer pionera y aventurera, que afortunadamente, este tiempo nuevo desempolva del olvido al que fueron condenados tantos personajes de la historia por su condición de mujer.
ResponderEliminarComo una grácil pirueta de Juan Salvador Gaviota, tu relato planea sobre Cincuenta. Un texto precioso, amiga Pilar. Besos apretaos para ti.
Manuel, muchas mujeres, que han hecho grandes cosas, permanecen en el olvido. Hoy he querido rendir a Amelia este humilde homenaje de la forma más bella posible. Ahora, tras el reconocimiento de sus restos, al fin, descansará en paz y volará hasta el infinito y más allá.
EliminarMuchísimas gracias por tus comentarios siempre amables y cariñosos para mis letras.
Besos muy apretados, amigo.
Un relato impregnado de romanticismo, también quizá de la idealización de los sueños que a veces vuelan empujados por el viento de la ambición.
ResponderEliminarUna mujer valiente cuya gesta has conseguido envolver en un lenguaje poético.
Un abrazo, Pilar.
Antonio, muchas gracias por tu comentario. Hay veces que vale la pena arriesgarlo todo por un sueño.
EliminarBesos apretados.
Muy poético. Poco más para comentar ya te han dicho los demás. Un beso.
ResponderEliminarMaite, te agradezco mucho tus palabras.
EliminarBesos apretados.
Cuando la prosa se convierte en poesía fluye hasta el corazón de quien lo escribe hasta quienes lo leemos.
ResponderEliminarUn abrazo.
El pequeño saltamontes...
Manuel, hay vidas que inspiran sentimientos que solo la poesía puede expresar, aunque sea en prosa, sobre todo cuando se hacen desde el corazón.
EliminarMuchísimas gracias por tu precioso comentario.
Besos muy apretados, pequeño saltamontes.
El relato es como un poema en prosa. Y vale la pena leer los comentarios como los de Angel para seguir aprendiendo. Abrazos, Pilar.
ResponderEliminarPepe, mil gracias por tu hermoso comentario.
EliminarBesos apretados.
Amelia es y será el ser humano más esencial. Sus sueños y sus metas son atemporales. Nos enseñó a volar, a dejar huella, a soñar.Tú relato es un homenaje hecho con calidez y ternura.
ResponderEliminarSaludos desde el sur
Prudencio, qué bien has expresado lo que significa Amelia para todos los que perseguimos un sueño, especialmente para las mujeres que luchamos por romper nuestro techo de cristal.
EliminarMuchísimas gracias por tan bellas palabras con las que valoras mi micro.
Besos apretados.
Precioso y merecido homenaje a la heroína, pero también al esfuerzo, a la valentía y a la superación. Muy bueno, Pilar. Un abrazo.
ResponderEliminarSalvador, no sabes cuanto me alegra saber que te ha gustado mi micro y que has sabido ver todo lo que en él he querido expresar.
EliminarMil gracias por tu precioso comentario.
Besos apretados.
Pilar que maravilloso, me he sentido Amelia y volé por tu hermosa prosa poética.
ResponderEliminarEdith, que nunca dejemos de perseguir nuestros sueños y volemos muy alto, como Amelia.
EliminarMuchísimas gracias por tan bellas palabras para mi micro.
Besos muy apretados, amiga.
En el cine, el papel de Amelia Earhart lo interpretó la inefable Hilary Swank, y tu microcuento me ha traído a la memoria la película basada en su vida, y he recordado la angustia que sentí al verla, pues imaginé a aquella mujer perdida para siempre en la inmensidad del océano sin haber cumplido su sueño de dar la vuelta al mundo, y sabiendo que no había esperanza alguna de que pudiera salvarse.
ResponderEliminarPero, como tantos otros que pusieron sus sueños por encima incluso de sus propias vidas, quedó como un ejemplo a seguir por todos aquellos que deseen alcanzar alguna meta, y no sólo esos, también para todos aquellos que deseen alcanzar una gran meta, una meta que, a veces, parece imposible y que, en tantos casos, ha llegado a cumplirse quizá por lo que dice esa irónica frase de Jean Cocteau de que como no sabían que era imposible lo consiguieron.
El hecho de que además fuese mujer engrandece aún más sus logros, y su sueño es uno de los más antiguos de la humanidad: el de volar. Ejemplos como el suyo serán necesarios para las aventuras que, de no destruir el mundo, o hacer que retroceda unos cuantos siglos, le esperan a la humanidad en el espacio, pues aún estamos en ese pequeño paso que fue la llegada a la Luna, pero Marte está en el horizonte del futuro más cercano, y de ahí, como fantaseaba el recientemente fallecido Stephen Hawking, el llegar incluso a los confines de la galaxia. Y para tales viajes harán falta personas con el temple y la voluntad de Amelia
Magnífico homenaje el que le has rendido a esa gran mujer, con unas imágenes muy vívidas y un lenguaje poético muy cuidado. Enhorabuena, Pilar. Besos apretados.
Enrique, cuanta razón tienes. El mundo necesita muchas personas como Amelia. Son las que consiguen que el mundo cambie aunque en ello pierdan la vida.
EliminarAhora que han identificado sus restos, podrá descansar tranquila y seguir volando eternamente.
Siempre logras emocionarme y esta vez no iba a ser menos. No sabes lo mucho que aprendo de ti, sobre todo de tu calidad humana y de que siempre me la regales como tu generosidad.
Mil gracias por estar siempre ahí, acompañando mis pequeñas letras.
Besos muy apretados, amigo.
Precioso y poético homenaje a esta valiente pionera del vuelo. ¡Enhorabuena, Pilar! Casualmente me he topado con esta noticia que hace referencia a la protagonista de tu estupendo micro. Un beso.
ResponderEliminarhttp://www.eldiariodecoahuila.com.mx/internacional/2018/3/30/identifican-restos-aviadora-amelia-earhart-721923.html
Juana, desde que tuve noticias de que los restos encontrados en una isla del Pacífico habían sido identificados como suyos, sentí la necesidad de escribir un micro para hacerle un homenaje a esta gran mujer, que nos enseño que nada está vetado a la mujer, que siempre hay que luchar por un sueño, aunque te cueste la vida.
EliminarMi homenaje es humilde, solo 50 palabras, pero mi admiración es inmensa. Cuanto debió de sufrir viviendo, hasta el final, anclada a una isla y sin poder volar.
Muchísimas gracias por tus hermosas palabras para mi micro.
Besos apretados.
Bellísimo, bellísimo, bellísimo.
ResponderEliminarAl podium, ya!!!
Dakkota, mil gracias por tus bellas palabras.
EliminarBesos apretados.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPrecioso homenaje a una mujer valiente que, pese al tiempo que le tocó vivir, persiguió tozuda un sueño hasta cumplirlo. Siempre he sentido admiración por esta mujer, parece que han descubierto pruebas de que Amelia sobrevivió al accidente y vivió un tiempo más como náufraga en una pequeña isla. Lo dicho, un micro precioso. Felicidades, Pilar. Un beso.
ResponderEliminarMatrioska, ahora que sabemos donde pasó sus últimos días y mientras vivió fue tan grande y demostró que nada hay imposible para las mujeres, que merecía mi pequeño homenaje.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, por tus hermosas palabras.
Besos muy apretados.
Profundo relato y bonita metáfora, que nos hace reflexionar con el fondo y disfrutar con la belleza de la forma.
ResponderEliminarEres sentimiento en estado puro, Pilar.
Besitos
M. Jesús, no sabes cuanto agradezco tus palabras.
EliminarMuchas gracias por valorar lo que escribo.
Besos muy apretados, amiga.