Buscando a Guillermo Tell
Escuchó el silbido del aire rindiendo pleitesía a la flecha. No movió un músculo, confiaba en él, sabía que segaría la manzana.
La gente enmudeció mientras la sangre regaba la campiña. Decepcionado, el gusano salió de la manzana en busca de alguien más certero que acabara con su rastrera vida.
La gente enmudeció mientras la sangre regaba la campiña. Decepcionado, el gusano salió de la manzana en busca de alguien más certero que acabara con su rastrera vida.
Este gusano debe de tener motivos para suicidarse; pero, además, el pobre es un caso de mala suerte, pues en lugar de encontrar la manzana que Guillermo Tell atraviesa de forma tan certera, solo halla aficionados que matan a sus ayudantes, mientras que él sale inmune.
ResponderEliminarUn relato divertido, aderezado con buen humor negro.
Un abrazo, Salvador
Buen texto, en especial porque le da una vuelta y crea otra versión de la historia creando además un buen cuento. Un saludo.
ResponderEliminarHola, Salvador, amigo mío.
ResponderEliminarUn Guillermo Tell que yerra su disparo no es Guillermo Tell, nos has dado gato por ballesta. Este es un aficionado y pasa lo que pasa. El título es bien elocuente. Se busca al señor Tell. La campiña llena de sangre en lugar de lluvia, por ejemplo, que la pusiera más verdeante. Y para colmo de males y de insatisfacciones, el vil gusano (aunque vivir dentro de la manzana en lo que no se pudra no está tan mal) lamenta la mala puntería de este sucedáneo de Guillermo Tell, y se va en busca de alguien que se le parezca, que tenga su tino. Es un buen relato, permeado por un humor noir de primera. Mi más muy mayor enhorabuena y un abrazo entrañable.
Salvador, vaya mala suerte la del gusano, Guillermo Tell ya no es lo que era. Tendrá que buscar otra forma de morir.
ResponderEliminarBuen micro.
Besos apretados.
Salvador, este gusano tiene mala suerte. Tal vez debe dejar de buscar manzanas, arrastrarse por el suelo y que la suerte, buena o mala, le haga encontrar un buen pisotón.
ResponderEliminarEl título me encanta, y la originalidad del protagonista, ya que uno al leer tu relato se lleva la sorpresa al ver quien es.
Me ha gustado, Salvador.
Un abrazo.
Un punto de vista muy original el que nos ofreces sobre la manzana de Guillermo Tell, Salvador. Los arqueros son bastante torpes y están bañando la campiña con la sangre de sus inocentes colaboradores. Pero el protagonista es el pobre gusano que se queja de su mala suerte, pues desea morir en una manzana atravesada por una flecha. Haces gala de un buen humor negro.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho. Besos.
Beber de fuentes ajenas (historias previas) no siempre da buen resultado. En tu caso, sí; has creado un originalísimo micro aderezado con un toque de humor genial. ¡Fabuloso!
ResponderEliminarCuando se es insignificante, ni las flechas reparan en él, buscando otros blancos más importantes.
ResponderEliminarPobre gusano, condenado a vivir dentro de una mazmorra, quiero decir de una manzana.
Me has hecho reflexionar mínimamente y eso se agradece.
Suerte y saludos
fantástica versión del más famoso pasaje asociado al personaje de Guillermo tell. Muy bien contada y divertida; una gozada de relato. Enhorabuena, Salvador, sólo espero que el gusano lo encuentre pronto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Maravilla de ingenio y de ironía en estas cincuenta palabras tan refrescantes, Salvador. El tiempo acaba desgastando a los mitos; seguramente, la presbicia, que a cierta edad no perdona, jejej
ResponderEliminarUn abrazo.
Para mí lo más curioso de tu relato es que, llevados por la empatía hacia el gusano, sintamos más su mala suerte que la del pobre ayudante, el cual intuyo que, al contrario que el gusano, no tenía ninguna gana de morir. Me ha encantado también ese silbido del aire rindiendo pleitesía a la flecha; me recuerda lo importante que es contar la idea del mejor modo posible.
ResponderEliminarEnhorabuena, Salvador, por este bello, divertido, sorprendente y original relato.
Un abrazo.
Una vida desgraciada y llena de mala suerte la de este gusano, toda una tragedia que la flecha no acabara con su vida y la suerte se la llevara otro. :) Muy bueno, Salvador, felicidades. Besos.
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