Desde las antípodas: 42.8806, -8.5446; -42.8806, 171.4554
(Casi en la cima, se divisaba el mar)
Abrió el paquete sin remite. Contenía un libro.
(Se sentó junto a unas sencillas flores de pétalos azules)
Le desconcertó el título: Flores silvestres.
(Recordó su nombre, sonrió y tomó una)
Un marcador plastificado —una flor seca— señalaba una página... forget-me-not... nomeolvides...
Abrió el paquete sin remite. Contenía un libro.
(Se sentó junto a unas sencillas flores de pétalos azules)
Le desconcertó el título: Flores silvestres.
(Recordó su nombre, sonrió y tomó una)
Un marcador plastificado —una flor seca— señalaba una página... forget-me-not... nomeolvides...
Hola, Chispita.
ResponderEliminarUn paquete desde las antípodas que contiene un libro con un marcador de páginas, que es una flor. Y tiene nombre de flor de quien hace el envío. Y el libro lo lee sentado sobre flores. No cabe duda de que nos encontramos ante un texto de lo más florido. El título paree indicar que el olvido ha tenido lugar. De los kilómetros o millas o segundos de distancia se pasa a la aproximación, el estado neutro, cero, y la distancia considerable que al final se interpone entre el receptor del paquete y quien lo enviara. Espero haber acertado con la interpretación, si no es así, te pido perdón.
En cualquier caso, es un micro muy original y bien escrito. Saludos.
Muchas gracias Eduardo, me temo que he sido demasiado críptica. En el título van la latitud y longitud de dos lugares del amado planeta Tierra... y son dos las historias entrelazadas... Esto demuestra cómo las 50 palabras de cada micro son enriquecidas con las experiencias de cada persona. Una vez que envías el relato, ya no es tuyo... es del lector. Saludos.
EliminarGenial micro con profundo mensaje a mi entender: hay olvidos imposibles.
ResponderEliminarMuchas gracias Marco, eso creo yo también, hay olvidos imposibles. Ni aunque te vayas tan lejos como las antípodas... Saludos.
ResponderEliminarNo existen las casualidades.
ResponderEliminarUn saludo.
Me encanta, Chispita. Me recuerda a la película "Los amantes del círculo polar", tan lejos-tan cerca...
ResponderEliminarY presencia permanente de la flor llamada Nomeolvides me parece de fabula.
Saludos