Go-Tis caen
Tis no es cualquiera entre billones de gotas que se precipitan desde las nubes.
Al poco la reconozco posada en el cristal de la ventana. Perla que titubea y se abre paso estremeciéndose.
Se deja caer sobre un charco. ¡Plof! Roto el espejo, al salpicar Tis dibuja un diminuto surtidor.
Al poco la reconozco posada en el cristal de la ventana. Perla que titubea y se abre paso estremeciéndose.
Se deja caer sobre un charco. ¡Plof! Roto el espejo, al salpicar Tis dibuja un diminuto surtidor.
Hola, Garmelo.
ResponderEliminarSimpático texto, jugando con aquel "gotascaen" (llover en alemán) para ponerlo en diminutivo. Una defensa de lo diminuto, de lo muy pequeño, que tiene su razón de ser y da lugar a un surtidor. De una pequeña idea has conseguido un gran texto. Enhorabuena.
Muchas cosas son susceptibles de atención, pero con la vida acelerada que llevamos se vuelven invisibles a nuestros ojos, ocupados en tareas más acuciantes. Una mirada reposada puede convertir a una gota de lluvia en un personaje a tener en cuenta: al considerarla, aprendemos a valorar en su justa medida lo que nos rodea.
ResponderEliminarUn abrazo, Carmelo
Carmelo en muchas ocasiones en lo mínimo, en lo más pequeño o simple se encuentra lo mejor. Esos pequeños detalles son los que en ocasiones nos llenan y nos hacen sentir. Como esta bella historia de una gota de lluvia que se convierte en la gran protagonista de este bello relato. Además tus palabras lo han hecho muy fotográfico este texto.
ResponderEliminarMe ha gustado, Carmelo.
Un abrazo.
No parece escrito este relato, Carmelo, sino pintado con lápiz de agua y gesto inspirado. Una impronta fresca y sonora del azar sobre el cristal de la vida.
ResponderEliminar¡Luminoso Carmelo.
Un abrazo
Muchas gracias, Eduardo ("defensa de lo diminuto"), Ángel ("valorar lo que nos rodea"), Javier ("pequeños detalles que hacen sentir") y Manuel ("pintado con lápiz de agua sobre el cristal de la vida") por vuestros generosos y sensibles comentarios.
ResponderEliminarSi en un instante luminoso cabe la eternidad, en un detalle mínimo retumba el fragor del universo. Detectarlo, reflejarlo por escrito, menudo gran reto.
Aunque este micro venga de antes, acabo de ver la peli "La forma del agua", donde aparecen - ráfaga de belleza - imágenes de unas gotas de agua sobre un cristal que también allí saben escurrirse y danzar...
Abrazos a los cuatro!
"Si en un instante luminoso cabe la eternidad, en un detalle mínimo retumba el fragor del universo." [...(¡Oh!)...]
EliminarManuel, si te soy sincero, desde que nos "conocemos" en este espacio mágico de las letras, no es la 1ª vez que me entran ganas de darte un abrazo muy fuerte. Aunque ya lo sabrás de sobra, eres una persona especial, pongamos - ¡para no exagerar! - un superhombre (jajaja)
EliminarUn primerísimo primer plano maravillosamente filmado. Me ha venido con el surtidor una evocación de la película 'El increíble hombre menguante' Las cosas son pequeñas desde el punto de vista que las miremos. Una invitación a pararnos más a menudo a contemplar lo mínimo, a veces hay un verdadero mundo dentro de una gota de agua. Un abrazo Carmelo.
ResponderEliminarCristina, lo 1º gracias por tu abrazo.
EliminarLo 2º: veo acercarse a Matías el del Ebro, François el del baño y Pitt (aquel día de lluvia...). Buenos amigos que nos informan de que el agua te dice mucho. Y a mí tb.
Siempre el agua, tan cerca de la vida, tan dentro de ella,la vida, donde tan bien juegan a químicos los señores Hidrógeno y Oxígeno... ¿Habrá influido esto algo - siquiera inconscientemente - para que te haya gustado (muchas gracias y un beso) mi último 50?
En una gota de agua cabe toda la belleza y todo el misterio del Universo. Solo hay que saber mirar. Y contarlo del modo tan visual como tú lo has hecho, Carmelo.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias por tu amable comentario, Carmen.
EliminarUn beso!
Poético y bello, no hay nada como observar y absorber de todo lo qué tenemos alrededor. Un beso.
ResponderEliminarCuánto mundo puede contener una minúscula gota de agua. Estoy segura de que si fuésemos capaces de entender y admirar lo extraordinario de las pequeñas cosas, seríamos mucho más felices. Me han gustado mucho el fondo y la forma, felicidades, Carmelo. Besos.
ResponderEliminarCada gota guarda la esencia del agua, esa misma esencia que no entiende de cantidades y que hace a cada una de ellas semejantemente única.
ResponderEliminarY al final, en su caída, aunque sólo estremezca el líquido a su alrededor, en la memoria del agua perdurará el gran premio de haber existido.
Una enorme reflexión sobre la transcendencia de lo efímero. Enhorabuena, Carmelo.
Un abrazo
Después del comentario de Antonio, me disuelvo como una gota de agua sin siquiera hacer ¡plof!
ResponderEliminarMe parece un micro lleno de sensibilidad. Detenerse a observar lo minúsculo debería ser una constante en nuestras vidas. A veces, llevados por las prisas y deslumbrados por falsos brillos, nos olvidamos de que las cosas sencillas y los pequeños detalles son los que tejen y dan sentido a cada día de nuestra existencia. Felicidades, Carmelo. Un abrazo.