La entrevista de trabajo
Al salir de casa se había mirado satisfecha en el espejo, pero un segundo antes de entrar en el despacho comenzó a dudar: la falda era muy estrecha, los zapatos, inapropiados, quizá se había maquillado demasiado. Se desmoronaba su fachada y con ella su seguridad en sí misma. ¿O viceversa?
Au, me encanta tu forma de escribir y el trasfondo que encierra la escena que nos cuentas a la perfección. Vamos, que me declaro fan tuyo.
ResponderEliminar¡Enhorabuena por tan excelente micro!
Fundamental ese gran título, parte indispensable del relato.
Besote.
Pablo
Hola, Aurora, qué nombre tan poético.
ResponderEliminarNo puede más quedar abierto el final del microcuento. Seguro que a juzgar por la cara del entrevistador o la entrevistadora, de desmoronamiento nada, fue todo un irse creciendo. Buen texto. Un beso, y feliz todo para ti siempre.
Hola, Aurora, bien expuesta toda la trama, y el posible desenlace queda a la decisión del lector, o del destino de la protagonista. En estos tiempos de penuria económica un buen trabajo es la meta de todos nosotros. Un abrazo muy fuerte.
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