Sin papeles
Mientras conducía palpó su bolsillo. "¡Mi cartera!". Descartaba un posible escamoteo.
Su cerebro, vertiginoso, elaboraba escenas de quebrantos y una fotografía mental de su última compra. Debía bloquear y denunciar.
'En busca de la cartera perdida', terminó dos horas después.
Una mujer telefoneó a su domicilio para devolverle el hallazgo.
Su cerebro, vertiginoso, elaboraba escenas de quebrantos y una fotografía mental de su última compra. Debía bloquear y denunciar.
'En busca de la cartera perdida', terminó dos horas después.
Una mujer telefoneó a su domicilio para devolverle el hallazgo.
Hola, Francisco.
ResponderEliminarQué duro se hace perder la identidad, tan de repente. Se queda uno en nada. Pero siempre hay u alma buena que viene en nuestro socorro, cartera en mano. Buen texto muy bien escrito. Felicidades. Un abrazo.
Muchas gracias. Aunque todo se soluciona a base de complicada burocracia, sientes un inmenso alivio cuando encuentras lo perdido. Y si una persona te dice que tiene que devolverte algo tuyo... recuperas, además, otro tesoro: la confianza en la gente. Un abrazo, Eduardo.
ResponderEliminarLa peripecia "En busca de la cartera perdida" se me antoja un juego metaliterario, un guiño al micro dentro del micro. Sea o no válida esta personal lectura, buen micro.
ResponderEliminarSaludos
Tienes razón con ese guiño. Quiero dar un toque irónico a esa sensación angustiosa de perder algo valioso y al proceso para recuperarlo. Además, algunos psicólogos dicen que sólo somos felices cuando conseguimos desprendernos de lo que amamos. Y sobre todo, valorar la desinteresada ayuda de los demás. Muchas gracias. Un saludo.
EliminarA veces nuestra imaginación nos lleva a pensar cosas inexistentes, y no creemos en la honradez de la gente. Cosa que aparece en el final del relato, dándole una vuelta de tuerca.
ResponderEliminarTe deseo suerte.
Un saludo, Francisco.
Sin duda, María Jesús. Muchos prejuicios nos impiden reconocer ese lado bueno de la gente. Creo que la confianza en los demás ayuda a la mejora de uno mismo. También relaciono todas esas situaciones, tan frecuentes, de pérdidas materiales con la afectivas y esa esperanza que siempre surge tras haber pasado un momento difícil. Y por supuesto, con la ironía de un icono del cine. Muchas gracias. Un saludo.
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