Souvenir
Irrumpiste en mis sueños
cuando regresé de Praga,
ahora habitas mis desvelos
con tu afán de cucaracha.
Escudriñas mis recuerdos,
fisgoneas en mis traumas
y, de noche, casi siento
que merodeas mi cama.
Consulté con curanderos
y con pastores de almas.
Acudiré a mi librero,
él tiene línea con Kafka.
cuando regresé de Praga,
ahora habitas mis desvelos
con tu afán de cucaracha.
Escudriñas mis recuerdos,
fisgoneas en mis traumas
y, de noche, casi siento
que merodeas mi cama.
Consulté con curanderos
y con pastores de almas.
Acudiré a mi librero,
él tiene línea con Kafka.
Un homenaje a "La metamorfosis" de KafKa de lo más original. Tomar como referente de tu micro a la cucaracha de la obra kafkiana, convertida en una especie de souvenir-traumático es una idea genial por la que te felicito con entusiasmo.
ResponderEliminarUn saludo
Hola, Javier.
ResponderEliminarLa poesía que tiene que ver con el microrrelato, que es uno de sus linderos. Estos tres cuartetos homenajean a kafka, en efecto, y son un recuerdo de Praga bastante siniestro, tanto, como para tornar oscura como la cucaracha, en similitud con ella y metamorfoseada, un alma que seguramente era blanca. Buen texto. Un abrazo.
La ciudad natal de Kafka llega al lector a través del recuerdo que de allí trae el protagonista: un recuerdo con claras referencias a la obra cumbre del autor y a todo lo que puede simbolizar esa literaria e inmortal cucaracha. Un acierto el tema elegido y la forma de expresarlo. Enhorabuena, Javier.
ResponderEliminarQué grande, Javier. Me gusta muchísimo tu micro poético y siniestro. También me entusiasma que, cuando parece que ya están muy exprimidas las 50 palabras, llegue un relato novedoso, revolucinario y extraordinario.
ResponderEliminarAplausos muchos y fuertes.
Kafka es mucho Kafka, y el bichito en cuestión se le mete a uno muy dentro. Cuando llega a las manos de cualquiera esa historia, experimenta una pequeña metamorfosis de forma que nunca vuelve a ver las cosas igual, sorprendido y enriquecido. El librero no le va a librar (valga la redundancia) de estos efectos (ni falta que hace), porque él también estará felizmente infectado.
ResponderEliminarUn homenaje distinto y merecido.
Saludos, Javier
La cucaracha kafkiana es, sin duda, el más emblemático recuerdo de Praga, aunque la hayamos visitado solamente en las páginas de su autor universal. Me encantan los efectos que ejerce sobre el viajero, así como el uso del verso en esta narración cincuentista.
ResponderEliminarMuy original, Javier. Besos.
Da gusto toparse con un micro rompedor, diferente.
ResponderEliminarSaludos
!Qué bien, es muy original! Un beso.
ResponderEliminarAgradezco mucho vuestra lectura y comentario. Un abrazo.
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