Un último viaje
He viajado ya cinco veces al Cretácico. He aplastado una mariposa, arrancado un helecho, matado un milpiés, cazado un pterosaurio, disparado a un tiranosaurio, pero no he conseguido nada, absolutamente nada: Donald Trump sigue siendo presidente.
Voy a emprender un último viaje al Cretácico. Y me voy a quedar allí.
Voy a emprender un último viaje al Cretácico. Y me voy a quedar allí.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarDicen que cualquier cambio que hiciéramos en el pasado repercutiría en el presente, pero al parecer hay realidades obstinadas que no se pueden cambiar; ante ello, huir a otra época, si fuera posible, sería la única opción.
ResponderEliminarUn relato crítico con un toque de humor de lo más imaginativo.
Un abrazo, Plácido
Hola, Plácido.
ResponderEliminarRealmente la prehistoria debía tener su aquel. Hoy existen monstruos antediluvianos, ya te digo. En el pasado mejor según en qué presente y lugar. Muy buen texto. Un abrazo.
Micro inteligentemente irónico. Enhorabuena.
ResponderEliminarSaludos
Plácido, tal vez si no hubiesen desaparecido los dinosaurios, estos habrían acabado con Trump, que intente solucionarlo, como dice la frase famosa: "trata de arrancarlo..."
ResponderEliminarTodo lo ocurrido en el pasado esta en presenta, hasta esas bestias actuales.
Buen relato, Plácido.
Un abrazo.
Buenísimo y.... comprensible. jeje
ResponderEliminarTOTAL!!! No tiene desperdicio.
ResponderEliminarUn relato sugerente y agudo. Te felicito, Plácido.
ResponderEliminarMira que tu protagonista es obstinado, porque viajar cinco veces al principio de los tiempos para corregir el presente tiene su mérito, pero el monstruo sigue siempre aquí en este momento de ls Historia que nos ha tocado vivir. ¿Quién le puede reprochar que vuelva con seres más "primitivos" pero menos peligrosos?
ResponderEliminarMuy agudo el humor que rebosa el micro, Plácido. Un gusto leer siempre tus micros. Abrazos.
Buenos días,
ResponderEliminarMe encanta el sarcasmo que te gastas. Donald ha debido de hacer un pacto con el mismísimo diablo, creo que se lo presentó el presidente Putín en una cena que organizaba el dicatador de Corea del Norte.
Un abrazo,
Muy bueno Plácido, a pesar de su comicidad, tiene un lado preocupante. Quién no daria lo que fuera por apartar a Donald, y a otros elementos como él, del lugar donde están. Con su manera de ser está destruyendo todo lo bueno que otros han hecho. Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarMordaz visión del presente analizado desde el pasado pasadísimo. No hace falta que inviertas en un pasaje al Cretácico.
ResponderEliminarEstamos a punto de que una super- explosión, nos devuelva a ese periodo de la Historia.
Suerte
Me ha encantado este relato. Con mucho ingenio has usado con originalidad el recurso del efecto mariposa para soltar un gran 'zasca' a la estupidez que nos rodea.
ResponderEliminarUn gran micro, Plácido. felicidades.
Un abrazo.
Según el recientemente fallecido Stephen Hawking, viajar en el tiempo es posible, aunque no aconsejable, y parece que tu microcuento le da la razón.
ResponderEliminarAsí que, el protagonista, con muy buen criterio, decide hacer ese último viaje al Cretácico para quedarse allí, pues en ese lejanísimo pasado hay algo seguro, y es que tiene todo el tiempo por delante; lo que no está en absoluto garantizado en nuestro presente, con el hombre del tupé amarillo al frente del país más poderoso del mundo, y con el maletín nuclear a su disposición.
Desde luego, a cualquier mente sensata eso le daría más miedo que un rebano de tiranosaurios. Así que, irse bien pertrechado a esa remotísima época es una opción mucho más segura que quedarse en esta en la que las amenazas son descomunales.
Sea como fuere, quizá debería haber muchos más viajeros del tiempo trasladándose a épocas remotas y cambiando piezas de sitio a ver si, en uno de sus regresos, ¡voilà!, el vocinglero que ocupa la Casa Blanca ha desaparecido como por arte de magia y, en su lugar, aparece, como mínimo, un nuevo George Washington.
En fin, que con tu microcuento me ha pasado lo que decía el titular de una sección de la revista humorística La Codorniz: Tiemble después de haber reído.
Un abrazo, Plácido.
Qué bueno, Plácido. Gran final además.
ResponderEliminarEnhorabuena y un abrazo.
Porfavor quiero un pasaje al Cretácico también.
ResponderEliminar