Vientos de cambio
Pepito Grillo había organizado siempre su vida, le había marcado el camino a seguir, impecable en cada uno de sus pasos.
En sus sueños aparecían enormes molinos de viento que gritaban su nombre. Una noche consiguió alcanzar una de las aspas que giraba y cogiendo impulso comenzó a volar alto.
En sus sueños aparecían enormes molinos de viento que gritaban su nombre. Una noche consiguió alcanzar una de las aspas que giraba y cogiendo impulso comenzó a volar alto.
Hola, Isabel.
ResponderEliminarSupongo que hablas de Pinocho, cuya conciencia era Pepito Grillo. Qué bueno es el cambio, si es para mejor. Volar, en el sentido físico y en el de dar alas a la imaginación es fantástico. Buen micro. Un beso, y feliz todo para ti siempre.
Las aspas del molino, las alas para volar y despegarse de quien quiere organizar y manipular tu vida. Perfecta metáfora de un personaje manso.
ResponderEliminarSuerte, Isabel.
Besitos.
Volar es agarrarse a la cola de nuestros sueños y perseguirlos. Hermosa imagen y hermoso micro, Isabel. Saludos.
ResponderEliminarHay Pepitos Grillo de los que es mejor alejarse volando. Me ha gustado cómo nos lo cuentas, Isabel. Un saludo y felicidades.
ResponderEliminarNo hay nada tan hermoso como descubrir que también puedes volar y vivir aventuras. Un beso.
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