Beatriz
Recordaba una foto añeja, los almuerzos después de la escuela, los palmazos por las travesuras, los mejores regalos de cumpleaños y su risa contagiosa. Hoy, al pie de su cama, la mira tiernamente y sufre porque no puede decirle todo lo que significa para él. Sí, adivinaron, es su abuela.
Las gotas que vas dejando en el relato: la foto añeja, los almuerzos después de la escuela... nos hace ver, por lo menos a mí, esa infancia en la que mi abuela hacía todo lo que cuentas, y más. Hay que decirles todo antes de que sea tarde, se lo merecen.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por hacerme recordar a las mías.
Pablo
Gracias Pablo! Un abrazo!
ResponderEliminar!Las abuelas!, que bien nos las haces recordar. Muy tierno. Un beso.
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