Desolación
Sábado. El peor de mi vida.
No imaginé jamás aquella noticia. Caminé hasta la puerta, el dolor traspasaba mi piel, mi mirada se iba perdiendo, deseaba escapar hacia un pasado donde había sido tan feliz. Volví a la realidad. Allí, yerta e inmóvil, mi madre ponía fin a su vida.
No imaginé jamás aquella noticia. Caminé hasta la puerta, el dolor traspasaba mi piel, mi mirada se iba perdiendo, deseaba escapar hacia un pasado donde había sido tan feliz. Volví a la realidad. Allí, yerta e inmóvil, mi madre ponía fin a su vida.
La pérdida de la madre es una de las más traumáticas experiencias psicológicas por las que muchos seres humanos debemos pasar. Afortunadamente yo no lo he sufrido, pero observo el profundo dolor y huella que lastra dicha muerte y que a pesar de ser el consabido "ley de vida", a veces, eso no es gran consuelo.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu relato que destila la desolación con que lo titulas.
Un abrazo, Liliana.
Dura historia, descrita con sentimiento y realismo. De todas las pérdidas posibles, la de una madre es la más dolorosa, máxime cuando no ha sido natural.
ResponderEliminarUn besito vitual, Liliana.
Lleno de sentimientos y dolor. Un beso.
ResponderEliminarLiliana, para mí la frase clave del relato es: “deseaba escapar al pasado”, y es que, es donde queremos escapar cuando perdemos a un ser querido.
ResponderEliminarMuy triste y sentido.
Un beso.
Pablo