Era tigre de metal; no rata de barco (II)
Huyó de su jaula de oro, dejando la puerta entreabierta. Tres años. Descubrió la causa de la causa de su angustia. No era por JC, parásito de su diosa del Mar del Sur. Huyó para cerrarla y ella lo llamó rata de barco, equivocadamente. Volvió libre.
Era tigre, no rata.
Era tigre, no rata.
He leído la primera arte y ahora la Segunda y, de momento, ando más perdido que la rata de un barco. Espero la siguiente entrega con verdadera intriga.
ResponderEliminarSaludos.
Pablo
Yo anduve parecido. ¡Si viene Marcuan y lo cuenta, igual os caéis de culo!
Eliminar¿Tiene algo que ver con el horóscopo chino?. Lo digo porque es lo primero que se me ha venido a la mente.
ResponderEliminarComo Pablo, me gustaría saber lo que se ha querido decir.
Saludos
Me chirría un poco esta parte “Descubrió la causa de la causa de su angustia.”
ResponderEliminarSaludos.
No he leído las otras y esta me tiene descolocada. Lo siento. Un beso.
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