Inevitable destino

El hombre tenía que morir: sabía demasiado. Ese es el destino inexorable de los que se creen perfectos.

En una apresurada reunión de la cofradía decidimos su destino en cuestión de minutos.

Ahora tenemos que concentrarnos en saber quién será el nuevo mejor puntuado en la próxima prueba de matemáticas.
Escrito por Daniel Castillo

5 comentarios :

  1. A veces es mejor no saber. La ignorancia, en contra de lo que puede parecer, suele ser plácida, un dejar pasar la vida sin preguntas ni inquietudes. Ya dice el refrán que "cuándo sufre el que sabe". En el mundo que se dibuja en tu relato, esa sabiduría es una selección natural al revés. donde los más dotados son los primeros.
    Un abrazo, Daniel

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  2. Un clan en la sombra atentando contra los empollones, el interrogante está en saber quiénes conforman esa cofradía funesta. Los mediocres que aspiran a descollar, o los que cosechan los fracasos académicos. Los que sobresalen tienen los días contados, pues enemigos no le faltan. Una original manera de llevarnos al suspense. Un abrazo, Daniel.

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  3. Supongo que el resto de miembros temblaran, pensando en que el próximo puede ser él.
    Tu relato estremece sólo con imaginarlo.
    Suerte y un saludo, Daniel

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  4. No sé si el destino es inevitable, pero el ser bueno en matemáticas no es bueno, menos mal que a mi no me pilla el asunto, tiene un punto de intriga que te engancha. Un beso.

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  5. Inquietante, Daniel. Menos mal que mi vida no hubiera peligrado en mis tiempos de estudiante. 😊.
    Abrazos.
    Pablo

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