Instinto
Mordió su cuello antes de que pudiera reaccionar. Sintió cómo sus dientes penetraban la piel de su presa y el sabor de las primeras gotas de sangre en su boca.
Un agradable calor subió por su médula y sólo después de haber saciado su hambre antigua, empezó a sentir remordimientos.
Un agradable calor subió por su médula y sólo después de haber saciado su hambre antigua, empezó a sentir remordimientos.
Uno de vampiros: me encanta. Además con remordimientos, entonces... ¿es de la nueva oleada de vampiros que se reconvierte al "veganismo" o dará rienda suelta a su instituto hasta alejarse por completo de la empatia hacia su víctimas? Quizá haya desangrado a un ser querido o a su amada...
ResponderEliminarUn saludo Ignacius.
Nadie puede luchar contra su instinto, a pesar de que el corazón luche contra él. Me encantan las historias de vampiros, como a Raquel, y esta no es una excepción.
ResponderEliminarSaludos.
Pablo
Los vampiros no lo pueden evitar, primero muerden y luego...no lloran, no. Me ha gustado. Un beso.
ResponderEliminar