Una cita ineludible
Pasó tantos años trabajando en su novela, que acabó olvidándose de la Muerte. Pero esta no se olvidó de él... Y cuando al fin llamó a su puerta, creyó que se trataba de la Inspiración.
Murió junto a su obra inacabada, solo, cansado, pero con una enorme sonrisa de satisfacción.
Murió junto a su obra inacabada, solo, cansado, pero con una enorme sonrisa de satisfacción.
Son esas cosas que te absorben hasta tal punto que te olvidas del mundo aunque el mundo no se olvida de ti. Me ha gustado. Un abrazo.
ResponderEliminarPues menos mal, qué angustia. Me ha parecido muy original. Un beso.
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ResponderEliminarDura la senda de cualquier artista, y no digamos la del escritor.
ResponderEliminarTu personaje resiste hasta el final para terminar su novela.
Puede que le suceda como a Vang Goth, que tuvo que morir para que se le reconociera su obra
Suerte y un saludo, Nelo
Perdón por el lapsus la ortografía correcta es Van Gogh.
ResponderEliminarNelo, muy bien contado. Esto les ha pasado a más de un autor que luego ha tenido un reconocimiento póstumo.
ResponderEliminarMe gusta ese final con la sonrisa de satisfacción por morir haciendo lo que más le llena.
Un abrazo.
Pablo