Algunos finales nos regalan principios

Rodeada de una larga familia que llora, esconde sus resecos ojos bajo sus ajadas manos. Hasta ayer era una constante y solitaria fuente de lágrimas. Educada en maquillar la tristeza, ha vivido años parapetada tras las falsas paredes de la apariencia. Hoy respira agradecida celebrando su recién estrenada libertad.
Escrito por Juana Mª Igarreta Egúzquiza - Web

4 comentarios :

  1. Maria Galerna21/5/18, 2:37

    ¡Uhm!, no sé si se debe a que ha perdido la memoria y ya todo le da igual, o a que ha fallecido, en cuyo caso, todo le da lo mismo. En cualquier caso, es libre de guardar las apariencias.
    Buen micro. Da qué pensar.
    Saludos

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  2. Precioso y preciso relato Juana, las normas sociales a veces nos atrapan en sus convecionalismos y nos impiden expresar los sentimientos. Bien llevada la trama de una mujer que desea ser libre, para expresarse libremente en un mundo cerrado. Abrazos Juana.

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  3. La muerte de la tiranía y de la losa que mutilaba su existencia abre el telón de otro escenario de vida. Muy bueno, Juana. Un abrazo.

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  4. Hasta la muerte tiene su lado bueno. El alivio llega a menudo a contracorriente, y guiado por el fluir de tus frases, convierte un velatorio en un canto a la libertad.
    Buen relato, Juana.
    Un abrazo

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