Dicho y hecho
De nuevo, le pedí que me echara las cartas. Los gestos de su cara no me gustaron nada mientras lo hacía.
Su conclusión fue que mi mujer tenía un amante y que pronto me abandonaría para irse con él.
A la mañana siguiente, ella ya no estaba. La baraja tampoco.
Su conclusión fue que mi mujer tenía un amante y que pronto me abandonaría para irse con él.
A la mañana siguiente, ella ya no estaba. La baraja tampoco.
Jajajaja!!! Uis, la adivina contaba con una ventaja.
ResponderEliminarExcelente micro
Y no poca. Gracias.
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