El desencuentro de Lars y Zhao
Qué ha pasado, ay, mi amada flor de loto, que ni te hallo en Bali ni nada es aquí como contabas. Sí que hay unas playas preciosas, aunque están bañadas por el inmenso Índico; nada que ver, me temo, con ese pequeño Adliático a cuyo lado dijiste que me esperarías.
Quelido, nunca tuviste muchas luces ni yo el don de la palabla. Deja el zumo de coco y ven, que te espelo con una botella de Campali.
ResponderEliminar...en Bali, pol supuesto, :-).
EliminarMuchas gracias, Patricia. Ya sé que la página no está pensada para colgar chistes, pero esto tampoco tiene pretensiones de serlo.
Un abrazo.
Peldón. :(
Eliminar¿Peldón pol qué?? Solo quería justificar la trivialidad de mi historia...
EliminarY a mí me gusta la trivialidad... que esta página está muy solemne últimamente.
EliminarBesicos, Enrique.
Besicos muchos, Patricia.
EliminarSospecho que en la cita había escondido un mensaje que nuestro protagonista no supo descifrar
ResponderEliminarLa flor de loto también se llama padma, y así se ha quedado el protagonista, "padmao" cuando ha llegado a Bali y ha debido "Denpasar" que estaba haciendo el "Indico" y que por algo la capital mas importante del "Adliático" es "Tirana", casi tanto como su amada.
Un abrazo
Yo lo que sospecho es que este relato se le ha quedado corto a tu desbordada imaginación, Irreverente. Tú sí que me has dejao padmao. No te has conformado con aceptar el inocente malentendido provocado por un solo fonema del pueblo de aquel famoso cantante (cuyo corazón se sentía gitano), sino que has hecho un despliegue de juegos de palabras con los que, si no te importa, alguna vez podría hacer otro micro. La dulce Zhao siempre podrá decir a Lars eso de “Che colpa ne ho si la el-le no la sé decil”.
EliminarMuchas gracias y otro abrazo para ti.
Viaje y lugares exóticos en esta historia de desencuentro de los amantes. Tiene el estilo de las novelas bizantinas del Renacimiento, en los obstáculos, el peregrinaje y la trama. Aquí no hay final feliz y me temo que Lars ya puede recorrer el mundo entero, que no podrá reunirse con su amada flor de loto.
ResponderEliminarOriginal y divertido, Enrique. Un fuerte abrazo.
Desde luego esta trama solo es entendible situándola en una época antigua, como la tú que dices, por ejemplo, porque con las facilidades que tenemos ahora para comunicarnos el malentendido se habría resuelto con poco.
EliminarMuchas gracias por todo, Carmen. Espero que lo estés pasando muy bien en Sevilla con toda esa gente de tan poco fiar, ;-).
Un fuerte abrazo.
Qué bueno, Enlique! Y es que ella prefiere un pequeño mar con Nicola cantándole románticas canciones de amor.
ResponderEliminarEso es, Pepe, que bien has descrito la situación. Las pretensiones de ella eran tan sencillas como lo que dices. Para próximas citas estoy seguro que echarán mano del lápiz y el papel, aunque no descarto que Lars acabe con una balinesa y Zhao con un Barés.
EliminarMuchas gracias y un abrazo.
La espela se hizo lalgaaa...Pobre Lars
ResponderEliminarPor supuesto; pobre Lars, y pobre Zhao también. Solo espero que cuando comprendan el despropósito no sea tarde para ambos.
EliminarMuchas gracias, Aurora.
Un abrazo.
Da gusto leerte, Enrique. Con tus relatos uno nunca sabe qué le espera, ni en el tono, ni en el contenido. Me asombra tu variedad de registros, tu capacidad para contar historias variopintas y sorprendentes, como este relato, con un 'esquinazo' amoroso ocurrente y divertido.
ResponderEliminarComo diría Ana Belén, sólo le pido a Dios que no falten los micromochones.
Un fuerte abrazo.
Me alegra mucho, como siempre, todo lo que me dices. Esta historia acabó tomando este contexto y estos personajes por pura necesidad y como resultado de buscar dos lugares en el mapa cuyos nombres pudieran propiciar el malentendido. El resto son ajustes para que todo pudiera tener coherencia.
EliminarYo también pido “A quien corresponda”, como diría Serrat, que no me falten tus palabras, ya sea en forma de comentarios como de relatos.
Muchas gracias, Antonio.
Otro fuerte abrazo para ti.
"Loto nía" merecido por ingenuo, ja, ja, ja. Muy original y divertido, Enrique. Un abrazo.
ResponderEliminarJajajajaj. El pobre Lars seguro que habrá sacado de todo esto alguna conclusión de provecho. Si piensa seguir con Zhao, yo le aconsejaría que en lo sucesivo tuviera en cuenta su modo de pronunciar y las posibles consecuencias de ello en la comprensión de sus mensajes.
EliminarMuchas gracias y otro abrazo para ti, Salvador.