Por fin
Cuando camino huyendo, el mundo se agranda ante mí.
Los pasos me conducen hacia el abismo y allí empiezo a volar. Con frecuencia te recuerdo, pero poquito. Ya no te temo. Se acabaron los días oscuros, los llantos y los reproches. Siempre estuve esperando y, al fin, me nacieron alas.
Los pasos me conducen hacia el abismo y allí empiezo a volar. Con frecuencia te recuerdo, pero poquito. Ya no te temo. Se acabaron los días oscuros, los llantos y los reproches. Siempre estuve esperando y, al fin, me nacieron alas.
Precioso y contundente relato, Mª Luisa. No necesitas ni una palabra más para hacernos entender el fondo de la historia. Ánimo a las mujeres, y si tienen alas, mejor. A volar libres!
ResponderEliminarEl paso que necesita dar una mujer para salir del yugo y de la rueda que le ha sido impuesta debe ser muy difícil, habría que estar en el mismo caso para saberlo, porque el miedo paraliza, de ahí esa alusión acertada al abismo. Como atinada es la expresión de que ese mundo mísero y empequeñecido se agranda, con la libertad que da volar después de tanto sufrimiento. El "Por fin" del título tiene sabor a alivio.
ResponderEliminarUn canto a la libertad y a liberarse de una opresión que no se puede permitir, bajo ningún concepto.
Un abrazo, María Luisa
Muchas gracias Pepe y Ángel. Según Alejandro se sale de lo que debe ser un relato, y tiene razón. Es más una reflexión, un pensamiento en el que incluyo a muchas mujeres. Afortunadamente, yo nací con las alas puestas... ja, ja...
ResponderEliminarNo hay nada como unas alas para volar, tenemos la puerta abierta solo necesitamos salir. Un beso.
ResponderEliminarUn canto a la libertad! Unas alas o un Fiat 500 última generación, da igual, lo importante es volar. Un beso querida María Luisa
ResponderEliminarSnowThomas
Gracias ¡¡¡¡ por supuesto volar. Aunque sea con la imaginación leyendo.
ResponderEliminarPor fin!,! Dios mío! ¡Qué ganas tenía de acabarlo!¡yujuuuu!!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPoético, esperanzador y liberador. Me ha parecido precioso, María Luisa.
ResponderEliminarFue un placer verte de nuevo en Valencia. Enhorabuena por la publicación de 'Infancia y juventud en Alcoy'. Te deseo mucho éxito. Besos.
Gracias Carmen. También a María Jose, que supongo se refiere a mi libro de recuerdos.
EliminarSigamos leyendo y escribiendo. Con o sin alas.
¡Ay! Que falta nos hacen esas alas... Precioso micro, Mª Luisa. Un beso.
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