Suspiros quebrados
Daba escalofríos, no podía verlo a la cara sin pensar en el monstruo. Aunque no eran parecidos, sentía un rastro en él.
Me dejé caer en la alfombra, estaba quebrada. Descubrí que el chico por el que había suspirado... era el hijo de mi violador.
La navaja hizo su trabajo.
Me dejé caer en la alfombra, estaba quebrada. Descubrí que el chico por el que había suspirado... era el hijo de mi violador.
La navaja hizo su trabajo.
Espeluznante... Buen micro.
ResponderEliminarBuen micro, da que pensar.
ResponderEliminarLos maltratadores suelen usar a los hijos de la victima para hacerle daño.
En este caso es ella la que hace daño al violador donde mas le duele, en su propio hijo, pero al mismo tiempo se hace ella el mayor de los daños, el perder al chico que ama.
Pero en esta historia hay un tercero en discordia que es triplemente victima, es objeto de una venganza sobre un hecho del que no es culpable, también es victima por saber que su padre ha violado a su amada, y son las manos que le más ama las que le aplican el frío acero.
en cincuenta palabras has superado en dramatismo a Romeo y Julieta.
Un saludo
Muchas gracias... me encanta esa interpretación
Eliminar