Lluvia
En el medio de la calle sentía cómo la lluvia empapaba su frágil cuerpo, hacía tiempo que no escuchaba el latir de su corazón. El agua persistente consiguió, por fin, arrebatarle su alma que, deslizándose entre los charcos, se alejó hasta desaparecer de su vista. Se arrodilló rota y vencida.
Me encanta Isabel, de hecho me apetece saber más sobre la historia detrás de tu protagonista.
ResponderEliminarUn abrazo
La lluvia no deja de atacar a tu protagonista. Todo tiene un límite y el asedio continuado del agresor termina por erosionar. Tras perder su alma, a tu protagonista solo le queda un envoltorio que quizá aún respira y continúa, pero por pura inercia, sin ilusión, porque ya todo da igual.
ResponderEliminarUn relato muy gráfico y lleno de simbolismos sobre una lucha y una derrota en torno a dos palabras. La última: "vencida", es el desenlace desesperanzado que tiene como causa el otro vocablo que encabeza el título: "lluvia", metáfora de una adversidad persistente.
Un saludo, Isabel