Orgullo y perjuicio
Mi padre, albañil de profesión, se dedicaba a la reforma integral de interiores. Llegaba cansado, apenas hablaba y poseía un reservado sentido del amor. Aún recuerdo su olor, amalgama de cemento y tabaco negro, y esa innata tozudez que le impidió culminar su obra más importante: reformarse a sí mismo.
Toda persona tiene puntos a mejorar. De poco sirve hacer bien un trabajo cuando se descuidan del todo otras cuestiones. Un cambio de baldosas internas y un alicatado le habría venido bien a tu protagonista, como también a su entorno, pero hay esfuerzos que algunas personas, que no quieren escuchar razones, no están dispuestas a hacer, por comodidad, cobardía, orgullo o perjuicios.
ResponderEliminarHas creado todo un personaje, a quien le sería aplicable aquello de "en casa del herrero...".
Un saludo, Loli
Gracias por tus apreciaciones, Ángel. Desde luego, cambiar es muy difícil si nos aferramos al rutinario "soy así". Saludos de vuelta.
EliminarNo todos están dispuestos a aceptar el presupuesto de la reforma. Otros ni siquiera son conscientes de las faltas.
ResponderEliminarBuen micro.
Cierto. La reforma tiene un precio, casi siempre, desorbitado. Sobre todo para el que tiene que asumir el gasto. Muchas gracias por tu comentario, María. Un saludo.
EliminarPorque no creía que lo necesitaba. Ni se le pasaba por la cabeza. De todos modos me gustó. Interesante tu relato.
ResponderEliminarMuchas gracias, Theo. Desde luego, no solemos darnos cuenta. Saludos.
EliminarEs más cómodo, sigues con lo que tienes a pesar de que todo se caiga a pedazos, reconocer que todo está mal es difícil. Y pienso como Theo, no se le pasaba por la cabeza. Me ha encantado. Un beso, guapa.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Maite. Es más cómodo, hasta que los pedazos son imposibles de recomponer. Besiños.
EliminarHola, Loli. Ya el título me parece perfecto e inspirador. Muchas veces el maldito orgullo causa (normalmente al débil e inocente) un daño difícil de subsanar. En otras ocasiones, el orgullo puede que no sea lo que cause esas formas de actuar, no demasiado justas, sino lo que han vivido (o sufrido) sus protagonistas o, simplemente, algún tipo de "dejadez". Además, tu relato se refuerza "simbólicamente" con el uso de determinadas construcciones que has sabido llevar al papel con aparente facilidad. Enhorabuena. Un beso y suerte.
ResponderEliminarExacto, Jesús. El equipaje, a veces, pesa demasiado. Por eso he querido reflejar también el recuerdo que el protagonista ha dejado: ese aroma, esa melancolía. Muchas gracias por tu comentario. Un beso.
EliminarBuen relato Loli, me ha calado hasta el fondo, la forma como has relatado la vida de este hombre, vista a través de los ojos de su familia. Es muy difícil cambiar, se necesita mucho esfuerzo para conseguirlo. Reformarse a sí mismo, es la mayor obra que podemos hacer en nuestra vida. Bien conseguido y perfecto en su forma de contarlo. Abrazos.
ResponderEliminarQué bonito lo que me dices, Carmen. Y qué razón tienes. La mayor obra, sin duda, que a menudo pasamos por alto. Abrazos.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, esa forma de describirlo, y ya si lograramos averiguar esos pensamientos en su silencio. TIene que ser difícil cambiar y más cuando piensas que todo está bien.
ResponderEliminarUn saludo.
Imposible averiguarlos. Adivinarlos, quizá, solo a través de la ventana del tiempo. Cambiar... si fuese tan fácil ver con perspectiva. Muchas gracias, José Antonio, por tu comentario.
EliminarUn saludo!
Muy buen micro, Loli. Invita a hacer muchas reflexiones, todas ellas alrededor de la esencia del ser humano. Te felicito, amiga.
ResponderEliminarUn beso grande.
Hola, María José. Muchas gracias, cariño. Un abrazo!
EliminarMejorarse a sí mismo es el mayor objetivo del ser humano. Cuánto cuesta reconocer aquello que hemos de cambiar y elegir el camino adecuado.
ResponderEliminarUn micro que invita a la reflexión, Loli. Besos.
Hola, Carmen. Desde luego que sí, reconocerlo y ser capaz de llevarlo a cabo. Graciñas. Besos.
EliminarMe ha gustado esa forma de plasmar como sinopsis una biografía y retratar al personaje en las primeras palabras. Estupendo. Felicidades.
ResponderEliminarMuchas gracias, Cristina, por tus palabras. Me alegra mucho saber que te ha gustado este micro, muy especial para mí, por otra parte. Un beso.
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