Perspectivas
Le pareció tan absurdo, y a la vez oportuno, decirle, mirándole a los ojos, que no la quería y que todo se había terminado. Pero vio sus ojos negros y su mirada bella y le pareció absurdo no quererla, y a la vez tan oportuno dar un paseo con ella.
Jennifer, planteas una sugestiva confrontación entre el absurdo y lo oportuno, lo que se diría que no y lo que uno siente que sí. El choque entre la razón y la intuición. Y él, tu personaje, lo resuelve con acierto. Y desde luego, tú.
ResponderEliminarAl tener que decidir entre lo que dicta la razón y lo que, contradictoriamente, dicta la intuición, entre la lógica del "si tiene tales carencias o defectos no me conviene" y la intuición del "no sé por qué pero, al margen de todo, me sigue gustando y no me hago a la idea de renunciar a ella/él", la intuición ha de mandar. Está claro que seguridad de acertar no existe en ninguno de los supuestos, la vida no lo permite.
Un cordial saludo.
Gracias Carmelo por tan interesante comentario y por aquello de: seguridad de acertar no existe en ninguno de los supuestos. Precisamente es esa la idea. Mejor análisis, imposible. Un cordial saludo.
EliminarPues creo que pasan esta cosas, inseguridad. Un beso.
ResponderEliminarSiempre Maite. Saludos!
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