Punto final
Había llegado el día en que se sintió demasiado cansada por una infinidad de cosas... Que si ese enorme anhelo de ser aprobada por los demás... o la inundación de su interior a causa de aquellas miradas punzantes.
Se quedó pensando un largo rato y exclamó muy decidida:
—¡No más!
Se quedó pensando un largo rato y exclamó muy decidida:
—¡No más!
Buscar de forma continua la aprobación de los demás resulta agotador. Dar un buen puñetazo en la mesa y cambiar de actitud es una opción valiente y, a menudo, necesaria. Como ha hecho tu protagonista, enlazando las dos últimas palabras del relato con las del título, en un círculo de coraje y coherencia.
ResponderEliminarUn saludo, Irina