Uno más
Cuando se juntaba con el grupo se sentía alguien.
"¡¡Mamá, no me digas lo que tengo que hacer!! ¿Te crees que soy todavía un niño?".
"¡Voy a demostrarte de lo que tu hijo es capaz!".
Sólo al verse en las noticias, comprendió que la culpa no era solamente de ella.
"¡¡Mamá, no me digas lo que tengo que hacer!! ¿Te crees que soy todavía un niño?".
"¡Voy a demostrarte de lo que tu hijo es capaz!".
Sólo al verse en las noticias, comprendió que la culpa no era solamente de ella.
Esa época rebelde por la que todos pasamos conlleva riesgos. El cuerpo y el espíritu piden emancipación, diferencia, individualidad y separación de vínculos. El problema es cuando, en un alarde de independencia y, manejado por malas compañías, se cometen excesos que acaban por pagarse caros. Aparecer en los noticiarios no suele ser sinónimo de buenas noticias. Es de suponer un mal desenlace, con el consiguiente sufrimiento de esa madre. Para ella, aunque su hijo haya entrado en una nefasta estadística, nunca será uno más, algo que contrasta con el título, que conduce de lo particular a lo general.
ResponderEliminarUn relato sobre los riesgos de la adolescencia y la juventud.
Un abrazo, Rafael
Hola,Rafael.
ResponderEliminarNo es infrecuente, por desgracia, el caso de los jóvenes o jovencitos que, prevaliéndose de su poderío vital, y en el afán de ser alguien, llevan a cabo conductas nocivas, delictivas incluso que terminan en los diarios y en las noticias radiofónicas y televisivas. El título es polivalente: uno más para dejar de ser uno más, otro del montón, haciendo algo sonado de lo que se haga eco todo el mundo. El protagonista de tu microcuento parece que reflexiona y advierte su culpabilidad, lejos del mami no me trates como a un niño. Por otro lado, la educación y el control de los hijos en esas edades, digamos problemáticas es bien problemático.
Buen texto, que merece mi más muy mayor enhorabuena con un abrazo grande.