Exmúsico
En un arranque de nostalgia, desenterró el saxo del sótano, lo montó con mimo y dispuso varias partituras sobre el atril.
Justo de pulmones, los labios cedían y la lengua llegaba tarde. Cosas que, en fin, cabía esperar. Pero ¡ay!, aquel olor a polvo en las yemas de los dedos...
Justo de pulmones, los labios cedían y la lengua llegaba tarde. Cosas que, en fin, cabía esperar. Pero ¡ay!, aquel olor a polvo en las yemas de los dedos...