Crédulo a medias
Ayer estornudé con muchas ganas y no lo acompañé con el consabido "¡Jesús!". Me han dicho que me arriesgo a que se me escape el alma y nunca pueda recuperarla. A cuenta de eso, no duermo, que también he perdido el sueño y la tranquilidad. Lo mío es un sinvivir.
¡Qué bueno!Qué ironía y qué humor. Vive tranquilo, que el alma no se te escapa. Un abrazo.
ResponderEliminarUn relato muy ingenioso Juan. Te imagino trabajando rodeado de polvo y elaborando mentalmente este texto después del primer estornudo. De todas formas y por si acaso... ¡Jesús! Juan.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.
Tengo entendido que esto es una creencia antigua que se da en muchas culturas. Por eso os lo cuento y desde hoy os doy permiso a todos para estornudar sin miedo. Gracias.
ResponderEliminarEs cierto que las supersticiones, incluso las implantadas en nosotros por otros se convierten en un sinvivir de preocupaciones y precauciones. Gracias por compartir este relato.
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