Débil resistencia
Claudicaremos. No tendremos más remedio que dejarlos entrar.
Llevamos demasiado tiempo conteniéndolos. Nos rondan de día, nos acechan de noche. Intentan invadir nuestros más íntimos anhelos. Cada minuto nos cuesta más resistir su fuerza arrolladora. Abramos las puertas. Que pasen.
Nuestros sueños son inalcanzables, pero los necesitamos para seguir luchando.
Llevamos demasiado tiempo conteniéndolos. Nos rondan de día, nos acechan de noche. Intentan invadir nuestros más íntimos anhelos. Cada minuto nos cuesta más resistir su fuerza arrolladora. Abramos las puertas. Que pasen.
Nuestros sueños son inalcanzables, pero los necesitamos para seguir luchando.
Sí, señor, que pasen. Les pondremos, además, una alfombra roja, una orquesta y echaremos pétalos de rosas a su paso. Nos agarraremos a ellos por inalcanzables que sean, aunque nos llamen románticos, o perdedores.
ResponderEliminarUn relato muy motivador, Aurora, a medida de mentes inquietas. Ya sabrás que por aquí hay más de una.
Un saludo
Las mentes inquietas son las buenas, Ángel. Muchas gracias por tu comentario. A seguir soñando. Un abrazo fuerte.
EliminarSiempre hay que tener algunos así, inalcanzables, para que nos motiven
ResponderEliminar(Y alguna pesadilla...que sueños son)
Un micro que nos invita a soñar.
Saludos
Muchas gracias por tus palabras, Maria. Sí es verdad que alguna pesadilla de vez en cuando da buenas ideas para grandes relatos. Hay que ver el lado bueno. Un abrazo fuerte.
EliminarQué bien trenzado el relato, Aurora. Conforme vamos avanzando en su lectura se nos ocurren diversas opciones, en mi caso, migrantes o mosquitos. Al final, los sueños, como motor de ilusiones. Felicidades. Abrazos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Pepe. La idea era crear un poco de amigüedad...¡Si te parecía que podían ser mosquitos, es que algo he conseguido!Un fuerte abrazo.
EliminarEsas puertas bien podrían ser las de la costumbre, la inercia o quizá hasta la pereza, pero hay que abrirlas y salir, si hiciera falta, a hacerlos pasar. Que los podamos conseguir o no es ya otro tema. Su carga de ilusión es lo que más cuenta.
ResponderEliminarEnhorabuena, Aurora, por este bello y estimulante relato.
Un abrazo.