Panem et circenses
Esta manifestación es trascendental, hay que demostrar al gobierno que con nosotros no se juega o habremos perdido nuestra última oportunidad.
La cola progresa lentamente, en más de una hora he avanzado cien metros, la demostración de fuerza es determinante, pero tengo que conseguir entrada para la final del mundial.
La cola progresa lentamente, en más de una hora he avanzado cien metros, la demostración de fuerza es determinante, pero tengo que conseguir entrada para la final del mundial.
Y así vamos.
ResponderEliminarTenemos el ideal, pero sólo nos movilizados por lo "realmente"
importante.
Muy cierto el título.
Un saludo, Irreverente
Gracias por tu comentario.
EliminarLa mayoría de las veces solemos dispersar ¿o debería decir hacen que dispersemos? -nuestra atención en lo que a “ellos” les interesa que nos interese, este es el sinsentido de nuestra vida, o al menos uno mas.
Un saludo María
Hola. Irreverente.
ResponderEliminarCómo es el mundo mundial, cómo es el mundo tío Facundo, pero es así, tal cual nos lo dibujas. Entre lo que podría solucionarnos la vida, darnos el pan, y el mayor espectáculo del mundo, el circo del fútbol, el protagonista opta por lo segundo: conseguir una entrada para la final del mundial. Bueno, pues esa es normalmente la jerarquía de valores, y así la cabellera nos luce a los circenses. Mucho compromiso político de boquilla, bla, bla, bla, y tal y tal y a la hora de la verdad... Como reza el refrán: del dicho al hecho...
Magnífico texto que pone de manifiesto lo que hay, el pescao que se vende.
Mi más muy mayor enhorabuena, un abrazo bien grande y un verano de lo más felicisímo.
Es lo que hay Eduardo, como dirían los platters “smoke in your eyes”, el humo por el que nos dejamos cegar aún a sabiendas del error que cometemos, naturaleza humana
EliminarMuchas gracias por tu comentario y feliz canícula
Una máxima de lo más efectiva y que se va cumpliendo a lo largo de los siglos, será por eso de que la historia se repite, porque nunca aprendemos de ella. Para los romanos era "pan y circo", en épocas más recientes se transformó en "pan y toros", ahora pan y fútbol. Mientras el personal tenga lo básico para subsistir y esté entretenido quien detenta el poder puede estar tranquilo y seguir con sus cosas.
ResponderEliminarDos párrafos, dos opciones y la constatación de una derrota colectiva.
Un abrazo
Gracias Ángel por tu comentario, dicen que el país que no recuerda su historia está condenado a repetirla, lo grave es que no es el problema de un país, sino que parece el sino del mundo “civilizado” subvenciones y fútbol (o cualquier otro sustitutivo).
EliminarUn abrazo
Si eso se lo dices al político de turno, te considerará un irreverente inadptado, aunque en su interior sepa que llevas toda la razón, pero él solo sigue la conducta de Tutankamón, César, Cicerón, etc. etc. y así hasta hoy y lo que te rondaré.
ResponderEliminarUn abrazo y buen verano.
Si se me ocurriese la infeliz idea de decírselo al político de turno, me intentaría zaherir con los peores de los insultos políticos, me llamaría antisistema, demagogo y populista, y en su interior no sabría si tengo razón o no, pues su pensamiento suele estar regido por las ideas de su líder o lideresa -¿o se dice lídera?- con lo cual si no ha sido catequizado con lo que tiene que pensar de algún tema su reacción tiende ser “ni sabe ni contesta”.
EliminarUn abrazo y buen verano Isidro
El día que eliminaron a la selección, pensé que a quien peor le iba a venir no tenernos entretenidos era al Gobierno. De todas formas nosotros mismos nos echamos el humo a los ojos y miramos hacia el otro lado. A la hora de protestar siempre estamos dispuestos de puertas para adentro, pero si hay fútbol, a ver quién es el guapo que va a una manifestación. Total (y eso lo pensamos todos), tampoco se va a notar si no voy yo.
ResponderEliminarComo siempre, dando en la llaga.
Un abrazo, Irreverente, y buen verano.
Pablo
Gracias por tu comentario Pablo.
ResponderEliminarNo te preocupes que los gobiernos siempre tienen con que entretenernos, y si se ven sin salida siempre se pueden buscar un enemigo externo que eso une mucho.
Los deportes en general y el fútbol en particular son los sucedáneos de las guerras tribales, con la ventaja de tener menos victimas y si perdemos siempre podemos echarle la culpa al árbitro.
He de reconocer que no es comparable ir a vociferar contra el gobierno, que desgañitarse animando a la selección, donde podemos terminar abrazando a desconocidos, mientras que en el otro caso tenemos bastantes papeletas de salir aporreados por la policía (Los gobiernos no suelen llevar demasiado bien que unos pelagatos les reprendan).
Un abrazo y feliz estío
Yo diría que lo peor de este asunto es que por muy claro que veamos lo que pasa, el modo en que nos manipulan con el fútbol, seguimos en general bastante cegados por él, por lo que el sutil sentido del humor de este relato puede arrancarnos a más de uno una sonrisa incómoda. No sé si tú eres de los que hacen colas kilométricas para ver un partido (cosa que también puede ser saludable dentro de unos límites), pero sí que eres de los que salen a menudo con pancartas, y no precisamente para pedir la camiseta de tu jugador favorito, (más bien la cabeza de algún dirigente que otro). Y aquí lo dejo, Irreverente, que tengo prisa, que me están esperando en un foro sobre el caso Lopetegui y el mundial 2018.
ResponderEliminarEnhorabuena, amigo I.A.; feliz verano y un abrazo.
Quise poner I.I.
EliminarGracias Magic por tu comentario.
ResponderEliminarya me dirás como ha quedado la conferencia sobre lo de Lopetegui que vivo sin vivir en mí, estaba preocupado con otros temas, como el de los manteros, la inmigración, el cambio de gobierno, Trump, el otro zumbao coreano, pero desde luego nada comparable con lo de la conferencia.
Bueno te dejo que me he apuntado a un curso del método Stanislavski, aunque mi futuro como actor creo que es comparable al que tengo como escribidor.
Un abrazo y feliz año (lo del verano me parece corto, aunque el calor se me haga largo)