Vivir deprisa

Ya no tienen nada que celebrar, pero tanto por beber. Incluso, han dejado de fumar por no tener tiempo para toser. La música taladra sus cerebros, ya agujereados por el éxtasis y el alcohol. Ahora solo les falta el tiro de gracia, sentarse al volante de un coche y volar.
Escrito por Pedro Rodríguez

1 comentario :

  1. Qué miedo da ese final, Pedro. Cada uno que haga lo que quiera o pueda, pero a ver si es posible que se sea responsable. Que se puede volar solo o llevarse a alguien por delante. Y ahora un poco de tranquilidad, que estamos en verano. Un abrazo.

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