De raíz

Un día me encontré un miedo pequeñito, me lo traje a casa y lo alimenté hasta que se hizo grande. Empezó a reproducirse y nacieron mil miedos: a las alturas, al fracaso, a los espacios cerrados, a la oscuridad...

Ayer me encontré una envidia chiquita y la maté a palos.
Escrito por Elena Bethencourt - Twitter

13 comentarios :

  1. Hola, Elena. Parece que para el protagonista de tu relato lo de tropezar dos veces en la misma (o similar) piedra no va con él. Lo malo (y cruel) es que da la impresión de haberse convertido en lo que seguramente siempre odió: alguien que se cree que puede solucionar sus problemas a palos. Buen relato, que nos da para pensar y para trasladar su esencia a algunos aspectos de la "vida real" y a nuestra forma de afrontarla. Suerte y saludos.

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  2. Maria Galerna13/8/18, 15:35

    Igual el miedo a lo desconocido, mató a la envidia. Algunos de esos miedos nos protegen pero otros nos paralizan y esclavizar.
    Un micro para pensar.

    Saludos, Elena

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    1. En realidad a la envidia no la mató el miedo sino un buen zapatazo a tiempo :-)

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  3. ¡Excelente micro! Contundente.

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  4. Genial relato. Bienvenida a Cincuenta palabras.
    Un abrazo.

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  5. Con relatos como éste, la página se enriquece cada vez más.
    Gracias, Elena por querer formar parte de esta familia.
    Besito virtual.

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    1. Gracias, María Jesús. Tus comentarios animan. Un abrazo.

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  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  7. Elena, me sumo a la bienvenida general y a la celebración de tu micro. Su sencilla genialidad me ha atrapado. Una lección de microliteratura emocional para la vida.
    Saludos.

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