El niño entre ramas
Jugando entre ramas de árboles, vi una en forma de uve. Metí la cabeza entre la rama y me quedé divagando un rato.
Cuando intenté salir, no tenía fuerzas para abrir la rama. Grité un rato hasta que mi madre me salvó, molesta porque le había interrumpido en su costura.
Cuando intenté salir, no tenía fuerzas para abrir la rama. Grité un rato hasta que mi madre me salvó, molesta porque le había interrumpido en su costura.
ja, ja, ja.. que tierno. La de veces que "metemos" la cabeza donde no debemos y ya no tenemos una madre que nos saque del apuro.
ResponderEliminarBuen micro, Eliezer. Feliz agosto.
Gracias! si, las madrecitas son un ángel que nos saca de muchos líos :)
EliminarHola, Elezier. Nos presentas una "sencilla" escena, no sé si llamarle "campestre", donde yo veo ocultas diversas posibles historias y cuestiones sobre las que preguntarnos y poder reflexionar posteriormente: ya sé que hay que darles libertad a los niños y que puedan aprender de sus propios "errores", pero algunas madres ¿no tratarían de vigilar un poquito a su hijo? Esa madre molesta, ¿por qué tarda en atender los ruegos de su hijo? ¿está harta de él? ¿es su hijo adoptivo? ¿el hijo es un pesado? ¿es ya un hombre y solo un niño en su forma irresponsable de actuar?... Pues nada, buen relato. Saludos y suerte.
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