Por el tejado
Tras media hora, logra dejarse la bufanda como si hubiera quedado así por casualidad. Se pone una chaqueta sport, unas gafas redondas sin cristales, ladea la cabeza y sonríe. Está listo para la fotografía de la solapa. Solo le falta el ingenio que nunca encuentra para empezar su primera novela.
Qué buena idea, Pablo, hablar sobre las fotos de las solapas de los libros. Tu personaje se la deja bien preparada para salir interesante. Ahora ya solo le falta escribir la novela. Una nimiedad ain importancia. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarBuen relato Pablo
ResponderEliminarLo único que no me ha parecido del todo bien es que sin pedirme permiso te refieras tan claramente a mí, que siempre me faltan tres cosas para terminar de escribir mi novela, la inspiración para comenzarla, la solapa y la portada, pues la dedicatoria ya la tengo a medio perfilar y la bibliografía ya sé donde conseguirla, entre mis favoritos de cincuenta, entre los que por supuesto te encuentras aunque la imagen de la bufanda me produzca picores.
Un abrazo y enhorabuena.
Esto de la informática cada vez se me da peor, ya publico como desconocido en lugar Irreverente
EliminarEres lo más, Pablo, tu chistera debe ser una especie de supermercado repleto de ideas ingeniosas, variadas y, lo mejor, sin fecha de caducidad en la solapa. El novelista de tu relato ya es otro cuento. Este caducó sin haber sido estrenado. Le va que ni pintado el título, es de los que coge el rábano por las hojas, vende humo de colores y vende la piel del oso (tristísimo y agresivo refrán) antes de cazarlo.
ResponderEliminarChispeante de ingenio y verbosidad inspirada, se ve que el calor no te amilana, aunque seguro que estás disfrutando de unas merecidas vacaciones en la playa. Que las disfrutéis radiantes y plenos.
Con esto y un fuerte abrazo, se nos va agosto en un plis plas. Suerte, campeón.
Pablo, no sé lo fotogénico que será tu promesa de escritor. Pero tiene algo. De acuerdo con que empezar por donde no se debe no es lo más recomendable. Pero, como digo, tiene algo importante, la convicción, la ilusión: se ve como escritor. Desea que los demás lo vean como tal. Esos deseos cuentan.
ResponderEliminarHa de vencer la dificultad principal para cualquiera que quiere hacer algo ambicioso en la vida: ponerse en marcha, atreverse a arrancar, en su caso lanzarse a escribir. Todavía no tiene la 1ª página pergeñada, vale, pero no se puede negar que, en cualquier libro editado, la solapa al dorso de la portada es lo que va primero. El guaperas con ansias de ser escritor al final sigue un orden estricto, ¿no? ¿Y si lo que le resta por hacer fuera, como apunta Aurora, una nimiedad? A saber. Al fin y al cabo parece seguro de sí mismo. Desdeña el "gancho" de la bufanda y prescinde hasta de los cristales de las gafas de la foto,que ya es decir. ¿Y si se tratara de un crack en potencia? Ahí lo dejo.
Un abrazo!
Solo le veo una pega. Esa foto no le va a servir para la solapa. No sería actual
ResponderEliminarxddd
Un saludo, Pablo. Feliz agosto.
Hola, Pablo.
ResponderEliminarUna novela es arquitectura, como las casas, y se empiezan por los cimientos del ingenio, en este caso, de las ideas. Tu protagonista ha efectuado con minucia los prolegómenos, pero hay, amigo, adolece de lo fundamental; escribir una novela no es moco de pavo. Pero el personaje parece que va sobrado, luego cualquiera sabe si no se terminará saliendo con la suya tras su protocolo.
Un texto magnífico escrito con solvencia, con destreza, con maestría. Mi más muy mayor enhorabuena.
Un abrazo grande y felices vacaciones playeras.
Unes la procrastinación del escritor y el cuento de la lechera y nos regalas un estupendo relato. Enhorabuena, Pablo. Un abrazo.
ResponderEliminarBueno, en el tejado tenemos la foto de la solapa - es un inicio.
ResponderEliminarLuego, en la buhardilla veremos su promoción en las redes sociales.
En el piso de arriba escribirá los textos de contraportada y reseña del final.
Y cuando esté en la planta baja, o se da prisa en escribir contenido apuntalando el resto, o se le caerá el castillo de naipes encima ;-)
Un beso veraniego, arquitecto de historias.
Carme.
Hola Pablo,
ResponderEliminarTe han bastado tres pinceladas para dibujar con fuerza tu personaje.
¿Qué aventuras le depararán?
Enhorabuena y ¡mucha suerte!
Hola, Pablo. Como creo que le pasa a muchos, me veo algo reflejado en el personajillo de tu relato. En mi caso, no debo ser tan raro, más que la fotico son las ideas sobre personajes y argumentos las que tengo para dar y tomar (o, al menos, eso pienso jajaja), pero, ay, lo de ponerse a tratar de darles vida o algo de sentido ya es otra cuestión: que si no voy a ser capaz de avanzar y mucho menos terminarla, que si necesito documentación y no sé a quien recurrir, que si para qué, que si esto no le interesaría a nadie... Pues nada, alguien tendrá que decirle al chaval que estudie estética y moda, que falta le hace. Textos de los que hacen pensar, puede que no en asuntos muy elevados, pero sí en la forma de actuar (o inactuar) de muchos. Suerte, Pablo. Un abrazo.
ResponderEliminarLo que le ocurre a tu personaje, nunca te pasará a ti, Pablo. Te sobra ingenio en cada relato, para sorprendernos una y otra vez.
ResponderEliminarSaludos afectuosos.
Muchísimas gracias a tod@s por vuestras siempre amables y certeras palabras.
ResponderEliminarPermitidme que este mes, que estoy de vacaciones, os dé las gracias desde este mensaje.
Espero que estéis pasando unos magníficos días de vacaciones.
Saludos.
No sé si permitirte.
Eliminar😂
EliminarAlgunos buscan obtener resultados con solo aparentar. Buen micro Pablo.
ResponderEliminarSaludos.
Microrrelato lleno de significado, Pablo. Me ha gustado y me ha hecho pensar. El bloqueo de la página en blanco es terrible y cualquier estrategia que funcione es buena para romperlo. Incluso imaginar que ya has terminado el trabajo y el editor lo ha aceptado. Solo queda pendiente la fotografía de la solapa. La autosugestión del “si puedo”.
ResponderEliminarPor otro lado, si el protagonista hubiera escrito el microrrelato… igual ya tenía el tema para su primera novela y también su primer párrafo.
Un saludo.
Jajaja! cada vez que lo leo me parto de risa. Me parece muy ocurrente tu relato y es que se nota que con los años vas mejorando, ¡pequeño saltamontes! Te pasa lo que al vino. Acabaré llamándote Vega Sicilia gran reserva. Jejeje. Un fuerte abrazo y pásalo bien en tus vacaciones. Te las mereces!
ResponderEliminarUn abrazo.
Carygrant, ¿cuándo empezamos la promo? Esa pose vale más que un novelón de Tolstoy. Te compro la entrevista y te pongo una caseta para la firma.
ResponderEliminar¡Buenas vacaciones!
Qué bueno, Pablo. A tu personaje le podrán decir que está más pendiente del postureo que de trabajar, pero nunca que escribe mal, jejej. Hace poco escuché que estaba pensando ya en la continuación de esa aún sin empezar primera novela; se ve que valorando la posibilidad de una larga saga.
ResponderEliminarIngenioso y original relato de la inagotable factoría Núñez. Por cierto que a esa barbita que te has dejado quizá le vaya bien un foulard azul… ;-).
Una brazo, crack.
La casa por el tejado, o el cuento de la lechera. Actitud o, como se dice ahora, "postureo", le sobra al personaje. A partir de este momento habrá de demostrar que va acompañada de la necesaria aptitud, esa que a ti no te falta para crear buenas historias como ésta, que disfrutamos todos.
ResponderEliminarUn abrazo, Pablo