La imposibilidad del engaño
Lo de ellos era un amor prohibido. Furtivo. Secreto. Esa tarde iban a encontrarse.
Cuando estalló la revuelta, ella dictaba clases. Murió defendiendo a sus alumnos. Él estaba en una reunión. Protegido, a salvo.
Ya no volvieron a verse. Era su destino. En la próxima vida, quizás tendrían mejor suerte.
Cuando estalló la revuelta, ella dictaba clases. Murió defendiendo a sus alumnos. Él estaba en una reunión. Protegido, a salvo.
Ya no volvieron a verse. Era su destino. En la próxima vida, quizás tendrían mejor suerte.
La vida es así. Hay hilos que no están destinados a entrelazarse. Para quien crea en el destino lanzo una metáfora: Es como una caja llena de misterios que nos regalan en la maternidad al nacer. Un saludo Alexandra.
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