Menús a domicilio
Se ha puesto imposible salir del castillo con tanta videocámara urbana y patrulla cazavampiros. Menos mal que a veces, en noches de plenilunio, se acerca algún sicofonista de Cuarto Milenio y otras algún boy scout atrevido y despistado. Eso sí, cada domingo, una nueva pareja de adventistas del séptimo día.
Hola, Rafael:
ResponderEliminarUn vampiro en una especie de forzoso "arresto domiciliario". Pero, claro, dada su naturaleza, siempre tiene visitas. La de los adventistas es un final genial; bueno, todo el texto, título incluido.
Un abrazo grande.
Gracias, Eduardo. Una insistencia, la de los adventistas, digna de protagonismo en un micro de vampiros.
EliminarAbrazote.
¿Quién chupa la sangre a quién? diría yo. ¿El vampiro, o las molestas visitas que éste recibe, en busca de "sangre sensacionalista"?
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el tono surrealista empleado para publicarlo en el blog.
Un saludo, Rafa
Hola, María Jesús. Sí, entre chupasangres anda el juego.
EliminarCelebró que te haya gustado,
Un beso.
Siempre socarrón, con esa fina ironía que despunta sobre cualquier tema que trates y que los hace tan disfrutables.
ResponderEliminarHumor con estilo propio, felicidades.
Un abrazo.
Gracias, Antonio. Feliz de provocarte alguna sonrisa.
EliminarUn abrazo.
Oh, como la paella de los domingos. Muy divertido.
ResponderEliminarUn saludo, Rafa.
Un timbrazo a media mañana de un domingo, solo puede ser una pareja de adventistas.
EliminarBesos, María.
No son tiempos para salidas nocturnas de vampiros, las noches ya no son lo que eran, la gente les ha perdido el miedo y peligra su integridad, antes temida y ahora cuestionada. Por suerte y, como contrapartida, estos tiempos también proporcionan incautos que se acercan a su domicilio particular, no hay mal que por bien no venga.
ResponderEliminarUn mundo de divertidas tinieblas actualizadas en cincuenta palabras.
Un abrazo, RAfa
Una evoluciön obligada para la subsistencia, favorecida, afortunadamente, por circunstancias que la resuelven.
EliminarGracias, Ángel.
Un abrazo.
Qué difíciles los tiempos modernos para el conde Drácula, encerrado en su castillo e imposibilitado para campar a sus anchas en las noches actuales, tan vigiladas. Los personajes que se le acercan por imprudencia son de lo más variopinto. Muy bien elegidos todos ellos.
ResponderEliminarEs una recreación magnífica del mito del vampiro, aderezada con tu humor característico, Rafa. Un fuerte abrazo.
Gracias, Carmen. Los mitos clásicos dan buen juego al mezclarlos con situaciones de lo más cotidiano.
EliminarUn beso.
Corren tiempos duros para el vampiro noctámbulo. No obstante, con la de visitas entretenidas que tiene no se aburrirá. Sobre todo con los adventistas del domingo. Muy gracioso. Enhorabuena de nuevo, Rafa. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarA grandes males grandes remedios, ya sean casuales o de puntualidad británica.
EliminarGracias, Aurora.
Abrazos.
¡Qué humor tan fantástico! o ¡Qué fantasía más humorística! Me gusta mucho ese punto que le das a tus historias, y esta no es menos. Superior. Un abrazo Rafa.
ResponderEliminarEl humor combina bien con todo, ya sea fantasía ya sea realidad.
EliminarGracias, Cristina.
Besos.
El plan B del perseguido: aprovechar mejor las oportunidades. Gran elección de personajes. Me gusta el tono humorístico con el que narras la historia, Rafa.
ResponderEliminarUn saludo.
Plan B o adaptación a las circunstancias, cualquier cosa con tal de sobrevivir.
EliminarGracias, Josep María.
Un abrazo.
Creo que ya existe también el servicio de "Tele-boy-scout" que con una sola llamada y por un módico precio, te llevan en moto con side-car, uno o dos boyoscouts y en breve tiempo, no creas!
ResponderEliminar¡Dónde vamos a llegar, maemía!
Muy divertido relato y muy inspirador, como siempre, padrino.
Un abrazaco
Sangre bajo pedido, no está mal. Si además puedes elegir el RH ¿qué más se puede pedir?
EliminarGracias, ahijado.
Abrazote.