Deseo para año nuevo
Como siempre, mandó la felicitación de año nuevo a todos sus conocidos. Era una vieja costumbre. La recibimos el mismo treinta y uno de diciembre con puntualidad suiza.
Una postal navideña. Os deseo lo mismo que quiero para mí, ponía en su reverso.
Dos días después, se quitaba la vida.
Una postal navideña. Os deseo lo mismo que quiero para mí, ponía en su reverso.
Dos días después, se quitaba la vida.
Un hombre con el peor de los deseos, pero coherente consigo mismo, eso hay que reconocérselo. El problema será, para los que recibieron su felicitación, preguntarse si cada uno de los días de ese año será el último.
ResponderEliminarUn relato bien construido en torno a una frase, que a cualquiera, en la piel de los conocidos del protagonista, le haría pensar (y preocuparse).
Un saludo, Manuel
Me gusta mucho el giro final, hace que tu relato tenga mucha chispa felicidades
ResponderEliminarUn micro de factura narrativa buena, pero muy crudo en contenido.
ResponderEliminarSaludos llenos de Vida.