Divina soledad
Me encontraba muy solo. No era producto de la melancolía. No era un estado de ánimo temporal. Era la soledad absoluta de quien se sabe único en el universo. Entonces fue cuando diseñé mi plan.
Por ahora creé el cielo y la tierra. Esta tarde me pondré con la luz.
Por ahora creé el cielo y la tierra. Esta tarde me pondré con la luz.
Grandísimo relato, Manuel. Ya quisiera Dios, con todos mis respetos, tener tu ingenio: le hubieran salido las cosas mucho mejor.
ResponderEliminarEres grande. Y enhorabuena por tu nuevo libro.
Cincuentistas, si queréis leer algo de mucha calidad, buscad el libro de Manuel, “Black is black”. Os aseguro que merece mucho la pena.
Abrazos, bro.
Pablo
Qué grande eres brother, exagerado como buen andaluz, pero enorme. Fuerte abrazo!!
EliminarMuchas gracias, Manuel, por compartir este relato. A la vez que disfrutamos su lectura, aprendemos. Solo le pido a ese Dios que a la hora de crear el hombre y la mujer, se lo piense dos veces, a ver si le sale mejor la próxima vez. Saludos cordiales.
ResponderEliminarMuy buena apreciación, yo te creo que debería parar después de crear a los animales. Un abrazo!
EliminarQue escribes divinamente es algo que sabemos muchos. Los que no te conozcan y lean este cincuenta se darán cuenta enseguida. Todos los que leamos tu libro, que seremos.muchedumbre, disfrutaremos como dioses.
ResponderEliminarUn relato original y otra versión, más cercana y creíble, del Génesis.
Un abrazo fuerte, Manuel
Muchísimas gracias Angel, sin duda la mejor versión de Génesis tenía a Peter Gabriel y Phill Collins😍😍😍. Un fuerte abrazo, amigo.
EliminarHola Manuel:
ResponderEliminarMagnífico relato. Ese Dios aburrido... Parece que me encaja que algo así haya podido pasar. jaja
Saludos
Hola!
EliminarSi, es curioso lo que puede llegar a hacer el aburrimiento 🤣🤣🤣. Un saludo.
Mejor solo que mal acompañado, no digas que no estás avisado. Aunque yo pienso que en buena compañía se está divinamente.
ResponderEliminarGanas de leer ese “Black is black”, Mr. Black.
Un beso.
Malu.
Muchas gracias Malú. Hay compañías, malas, buenas y, como la tuya, divinas. Un beso!
EliminarMuy bueno Manuel! Mucha suerte!! besossss
ResponderEliminarQue bueno verte por aquí también, Un besote Sandra, gracias!
EliminarMe ha gustado tu relato, Manuel. Me ha sugerido muchos significados. Que dura es la divina soledad, es absoluta. Combatirla todavía más, hay que diseñar un plan y crear los acompañantes. El final es abierto… ¿consiguió romper su soledad? Quizás mejor ser un mero mortal.
ResponderEliminar¡Felicidades por la publicación de “Black is black”!
Un saludo.
El final sigue abierto, jajaja. Muchísimas gracias Josep. Un abrazo.
EliminarMuy solo se encuentra el Gran Hacedor en sus comienzos, pero se lo toma con calma. Más le vale. A ver si en esta ocasión, cuando nos toque el turno a los humanos, está un poco más acertado. Ja, ja.
ResponderEliminarMuy bueno, Manuel. Felicidades por tu "Black is black", que no será tan negro como para no colorear los momentos en que saboreeemos su lectura. Besos.
Una pena que solo se abuerriera durante siete días, de haberlo hecho durante un mes, le habría dado tiempo a crear un verdadero paraíso...
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, Manuel.
Un abrazo.
La creación con el tono de un jefe de obra. Muy bueno, Manuel. Felicidades.
ResponderEliminarEse ser divino quizá no estuviese enterado de la existencia de otros universos, de haberlo sabido, tal vez hubiera podido darse una vuelta por alguno de ellos y haber investigado qué se cocía en ellos, cómo estaban regidos, qué seres los habitaban, y hasta haber copiado algo de lo bueno que haya en ellos.
ResponderEliminarLo cierto es que debido a su soledad, se le ocurrió un plan, y no se contentó con fantasear con él, por el contrario, se puso manos a la obra; en tu microcuento le has pillado en mitad de la faena, pero todos sabemos que continuará adelante con ese plan hasta el final, y no sólo eso, que una vez que lo haya acabado se sentirá frustrado con una de sus creaciones cumbre: el ser humano, y le enviará unos cuantos castigos, y hasta hubiese acabado con él de no haber existido un tal Noé. El otro fiasco con sus obras cumbres sería el de los ángeles, con quienes también tuvo sus pequeñas diferencias.
En fin, la continuación de la historia ya nos la sabemos, desde luego, ese ser divino ya no ha podido sentirse solo, y mucho menos ha podido aburrirse. Además, con ese Juicio Universal que promete hacer al final de los tiempos se ha asegurado ocupación no sé si para toda la eternidad, pero sí para buena parte de ella, que no sé si la eternidad puede tener partes, esto se lo dejo para físicos y matemáticos.
Muy irónica y sutil esa versión revisionista del principio de los tiempos. Un abrazo, Manuel.