Ilusiones
Desde la cima más alta saltará para entrar en el cielo, ese hacia el que mira todas las noches intentando buscar tu estrella. Por el empinado camino va soñando en el encuentro, su idea es no volver, pero tú sigues pensando que lo mejor es que continúes iluminando sus esperanzas.
Magnetismo poético irradia tu relato, Antonio. A mi modo de ver, subraya la importancia de todo camino o proceso. Vivimos mientras caminamos; el objetivo, la meta, sólo es un señuelo, una linterna que ilumina el sendero a nuestros pasos.
ResponderEliminarEn la ilusión está la fuerza y quien la preserva, vive en plenitud. Un Ángel de la Guarda parece vigilar para que el protagonista no la pierda.
Espiritualidad y energía positiva reparten tus letras.
Esto y un abrazo, Antonio. Te he visto en Wonderland; a ver si puedo escucharte.
Viniendo de todo un poeta, qué más puedo decir!!. Recibe un gran abrazo. Antonio
EliminarLas ilusiones, esa luz que hace que todo sea posible, que nos incita a seguir y hasta a luchar: quimeras que nunca deberíamos perder, quizá tampoco alcanzar, a menos que sean sustituidas por otras. Son la esencia que nos mantiene motivados, en definitiva, vivos. La ausencia de ellas conduce al estancamiento. Siempre habrá caminos escarpados por los que ascender, sin saber si alcanzaremos la cima; la recompensa no es llegar, es intentarlo.
ResponderEliminarMe alegré de escucharte en las ondas.
Un abrazo fuerte, Antonio
Gracias Ángel. De ilusiones hay que viivr, qué seríamos sin ellas. Sí, estuve en las redes, y terminando estos días el tercer libro de la trilogía de "Relatamente Cortos"; sale a finales de mes. Yo siempre leyendo también tus escritos en los distintos espacios en los que nos deleitamos escribiendo y leyendo. Que sigas bien, Antonio
EliminarEse objetivo que perseguimos en la vida, esas esperanzas, esas ilusiones que nos hacen ponernos en marcha y movernos. Intentemos mientras tanto disfrutar un poco y aprovechar el camino, aunque a veces sea empinado. Un fuerte abrazo, Antonio.
ResponderEliminarIgualmente un fuerte abrazo, Aurora. Muchas gracias por tu comentario. Antonio
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