Momento para el recuerdo
Una conocida melodía me transportaba a otra época y lugar. Los recuerdos fluían ligeros e incontenibles como mis lágrimas. Fui consciente del paso del tiempo y mi evolución. En aquella época era un hijo de mamá que no sabía ni cocinar. Hoy estaba picando cebolla para elaborar una rica receta.
Y así es Javier, la evolución de las personas debe ser en todos los ámbitos. Porque el hecho de aprender a sobrevivir fuera de la protección de nuestros padres, creo yo que nos hace crecer....unas veces por devoción y otras, irremediablemente por obligación.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Gracias Pilar.
EliminarSí, todos evolucionamos en la vida, pero a menudo no somos conscientes de ello. A veces es necesaria la manipulación de una cebolla para recordar...
Un saludo
Javier, no sé dónde leí (y no me refiero al gran Miguel Hernández en su famosísima nana) que los recuerdos son como la cebolla, por las capas y todo eso. En cierto modo tú pareces abonar esta idea. Muy divertido.
ResponderEliminarUn cordial saludo!
Gracias por el comentario Carmelo.
EliminarCualquier momento es bueno para echar la vista atrás y traer al presente algunos recuerdos. En ciertos casos estos recuerdos nos arrancan una sonrisa, como en este caso, a pesar de las lágrimas...
Un saludo
Javier, me ha hecho gracia que la cebolla te ayude a "entrar" en la edad adulta. Y mientras tú llorabas, que lo sepas, a mí me tocaba sonreír. Espero tu próximo relato.
ResponderEliminarYa sabes Juan, cualquier cosa es buena si se entra a la edad adulta con buen pie. Y si además dominas el arte de cocinar... mucho mejor. Solo espero a un buen hortelano que al mismo tiempo escriba bien y sonría.
EliminarUn abrazo
Esa mezcla de humor y nostalgia con que has aderezado tu micro, le aporta un sabor muy especial.
ResponderEliminarSaludos.