Para ponerles punto a los finales

Con cierto desgano fue hasta la caja para pagar la comida intocada pero cambió de idea: sacó el aerosol de pimienta, enfiló hacia la pareja y disparó a los ojos de él diciéndole: "Basta de arruinarme los almuerzos. ¡Cuando cambies, mujer, cambia también de restaurante!".

Después, se sentó a comer.
Escrito por Elisa Mancuso

1 comentario :

  1. Maria Galerna26/10/18, 19:48

    Una "picante" venganza, con recompensa.

    Un saludo, Elisa.

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